La danza clásica desembarca este fin de semana en el Independencia


Dos prestigiosas instituciones mendocinas presentarán sus funciones el 8 y 9 de julio, a las 20.

El jueves 8, a partir de las 20, la Escuela de Ballet María Cristina Hidalgo presenta Noche de Ballet, siendo la segunda función en julio luego de la muestra coreográfica brindada días atrás en el Teatro Plaza de Godoy Cruz.

La escuela cumplirá 50 años en el año 2022 y posee un sólido nivel en la enseñanza de la danza y la realización de diversas puestas en escena. Si bien está enfocada casi exclusivamente al ballet clásico, también se imparten clases de jazz como disciplina complementaria. El equipo de docentes está compuesto por Paloma Riveros Hidalgo, Maya Carreño, Aldana Herrera y Julieta del Castillo.

El viernes 9 continúa el ballet clásico en el Teatro, en esta ocasión de la mano del Instituto Superior de Danza Clásica Vanina Gispert y su Gala de Ballet, desplegando un sinnúmero de coreografías y una Suite final de “La Bayadera”.

La bailarina Vanina Gispert fundó la escuela hace 12 años, con el objetivo de motivar a los niños y jóvenes a tener un desarrollo armónico, aportando valores como: disciplina, respeto y responsabilidad.

Cuidando a los artistas, técnicos y al público

El Gobierno de Mendoza ha establecido estrictos protocolos sanitarios, que permiten que se pueda seguir disfrutando de una importante agenda cultural.

En el exterior del teatro se encuentra la señalización adecuada para mantener el distanciamiento, mientras los espectadores aguardan para ingresar y adquirir las entradas en la boletería, aunque se recomienda la utilización de la plataforma www.entradaweb.com, para evitar contacto con el papel.

La sala cuenta con una capacidad limitada de 250 tickets y las ubicaciones están distribuidas de manera que nadie tenga otro espectador cerca, ni adelante ni atrás, en cada fila. De este modo, se ha resguardado el distanciamiento al máximo, evitando la posibilidad de contacto estrecho.

La duración de todos los espectáculos se ha acotado, de acuerdo con todos los protocolos aprobados vigentes, a un máximo de 90 minutos, para que la permanencia de los espectadores en la sala se adecúe a las recomendaciones sanitarias. Sumado a los protocolos de la puesta en escena y el consenso con los artistas, durante las funciones se ventilan los espacios antes y después de cada función.

La organización del teatro cuenta con el servicio de personal de la Cruz Roja, que cumple funciones de acompañamiento y prevención antes, durante y al final de cada función. Contribuye a que se cumplan los protocolos de distribución y distanciamiento del público en el teatro, así como el apoyo con respecto a la sanitización, toma de temperatura y auxilio ante cualquier problema eventual de salud.