La exitosa tragicomedia “La omisión de la familia Coleman”, este sábado en el Independencia
Representada en 22 países, la obra que en Mendoza dirige Álvaro Benavente muestra a un clan absolutamente disfuncional.
Una familia viviendo al límite de la disolución, una disolución evidente pero secreta; conviviendo en una casa que los contiene y los encierra, construyendo espacios personales dentro de los espacios compartidos, cada vez más complejos de conciliar. La omisión de la familia Coleman reafirma en cada presentación el porqué de su éxito sostenido desde que su autor, Claudio Tolcachir, la gestó. En Mendoza, la versión es una extraordinaria puesta con un sobresaliente elenco, bajo la dirección de Álvaro Benavente.
Esta divertida y profunda tragicomedia se presenta este sábado 23 de septiembre a las 21.30 en el Teatro Independencia. Las entradas ya están a la venta a través de entradaweb.com.ar o, en la boletería del teatro, de miércoles a domingo de 18 a 21.
Con el humor como salvoconducto del ahogo, los Coleman tienen la virtud -o la desgracia- de encarnar a todas las familias posibles y a la vez a ninguna. Su éxito internacional en más de 22 países delata también que ese clan disfuncional no es patrimonio argentino sino exponente universal -como espejo, como hipérbole, como fantasma- de los lazos posibles del mundo. Una convivencia imposible transitada desde el absurdo devenir de lo cotidiano, donde lo violento se instala como natural y lo patético se ignora por compartido.
Sobre la obra
La omisión de la familia Coleman nació en 2005 en el Teatro Timbre 4, del barrio de Boedo, específicamente en un PH. Desde entonces, realiza funciones a sala llena. Ha recorrido 22 países: China, Francia, España, Italia, Irlanda, Bosnia, EEUU, Bolivia, El Salvador, Costa Rica, Panamá, Portugal, Alemania, Brasil, Perú, Ecuador, Colombia, Uruguay, Chile, Canadá, Serbia y México. Fue subtitulada en ocho idiomas y publicada en italiano, francés, inglés, español y griego.
Comenta Claudio Tolcachir, autor y director: “La omisión de la familia Coleman es el fruto de nueve meses de ensayos diarios, trasnoches y madrugones en donde este grupo, este maravilloso conjunto de talentos humanos, de actores sobrenaturales se entregó sin especulaciones a la gestación del que sería mi primer texto teatral. Estrenamos un agosto de lluvia con la esperanza de haber realizado un buen trabajo y sin más expectativa que permanecer algunos meses en cartel para mostrar orgullosos nuestro trabajo. Pero cada vez era más y más gente la que se acercaba a la sala. Y fueron más y más funciones. Luego vinieron los viajes, las giras, la construcción de una nueva sala, más grande, y más temporadas en distintos lugares del mundo, con subtítulos, sin subtítulos. En aviones, micros, trenes. Y un placer y una emoción que nunca nos abandonó de que esta familia tan nuestra fuera adoptada con pasión en todo el mundo. Diez años ininterrumpidos de trabajo y convivencia. Diez años de vivir en estado de agradecimiento y felicidad. Nos dimos muchos gustos, cruzamos muchas fronteras, pero nos quedaba un desafío por probar, en nuestra ciudad, cerquita de casa. Un lugar muy querido por nosotros nos abre sus puertas, el Paseo La Plaza. Un lugar al que me unen muchos recuerdos. Espié su construcción cuando era niño, disfruté de horas de charla y paseo por sus caminitos y puentes, y por supuesto, de incontables espectáculos que despertaron y alimentaron el placer del teatro. El teatro es para todos y tenemos la fe y la certeza de que esta pasión de vocación y oficio que nos envuelve es sanamente contagiosa”.
“La omisión de la familia Coleman es ya un clásico de un realismo que buscaba nuevos procedimientos, para dar cuenta de una realidad fragmentada dentro de la sociedad y dentro de la familia, que ya no era ‘ideal’. Las familias disfuncionales, que transgredían y transgreden el imaginario social instalado como la ‘normalidad’, donde en cambio, los hijos se asumen de padres diferentes y las madres son mujeres solas que instalan un matriarcado. En La Nona, aunque ineficiente, había una cabeza de familia masculina, Carmelo, mientras en La omisión… el pater noster desaparece y su lugar es ocupado por la abuela, quien sostiene el hilo frágil de la unión familiar, aquella que se disgrega cuando ella no está. Más allá de la solidez de las actuaciones, la escritura escénica de Tolcachir está en el camino de las obras que construyen nuestra memoria cultural y social. Mientras sus personajes y su historia se actualizan constantemente sin perder la atmósfera intimista, más allá de la instancia de creación”, dicen desde la producción mendocina.
Ficha
La omisión de la familia Coleman
Día y hora: sábado 23 de septiembre, a las 21.
Lugar: Teatro Independencia.
Entradas: $2000 a través de entradaweb.com.ar o, en la boletería del teatro, de miércoles a domingo de 18 a 21h.
Libro: Claudio Tolcachir
Actúan en orden alfabético: Denis Arnáez, Alicia Casares, Cristian Castro, Pablo Cazorla, María Emilia Miralles, Florencia Penna Aruta, Laura Preziosa y Gerónimo Scudeletti.
Diseño de marca: Ailén Fernández.
Diseño gráfico: Violeta Videau.
Diseño lumínico: Maymará Bracamonte.
Asistencia de producción: Melisa Anconetani y Catalina Malvezzi.
Asistencia de dirección: Valentina Fileni.
Producción ejecutiva: Willy Olarte.
Puesta en escena y dirección general: Álvaro Benavente.
GALERÍA