La Mesa de Gestión de Enfermedades Zoonóticas analizó la situación del síndrome urémico hemolítico


Los especialistas revisaron las pautas a seguir en los centros sanitarios para la vigilancia y notificación de las diarreas agudas sanguinolentas que pueden derivar en insuficiencia renal aguda en niños (síndrome urémico hemolítico o SUH) y trastornos de coagulación en adultos (púrpura trombocitopénica trombótica o PTT).

En su segunda reunión del año, la Mesa de Gestión de Enfermedades Zoonóticas que convoca el Ministerio de Salud y Deportes revisó las pautas a seguir en los centros sanitarios para la vigilancia y notificación de las diarreas agudas sanguinolentas que pueden derivar en insuficiencia renal aguda en niños (síndrome urémico hemolítico o SUH) y trastornos de coagulación en adultos (púrpura trombocitopénica trombótica o PTT).

Si bien en Mendoza no se registran muchos casos de SUH, no más de 20 por año, es muy importante detectarlos a tiempo para su tratamiento.

En el encuentro, que encabezó la titular de la Dirección General de Epidemiología, Andrea Falaschi, participaron profesionales de ese organismo y del Laboratorio de Salud Pública; de la Unidad Centinela de Síndrome Urémico Hemolítico del Hospital Humberto Notti; de programas preventivos, Ingeniería de los Alimentos y de la Dirección de Ganadería del Ministerio de Producción.

Al finalizar la reunión, Falaschi destacó: “Coincidimos en la importancia de reforzar la vigilancia de diarreas para detectar bacteria Escherichia coli, que que provoca el síndrome urémico hemolítico, especialmente en el grupo de contacto más frecuente de los niños menores de 5 años, puesto que aunque solo 15% de las personas con esa cepa desarrollan la enfermedad, sí la pueden diseminar”.

La bacteria Escherichia coli, que ocasiona síndrome urémico hemolítico, se transmite por vía fecal-oral, a través de los alimentos, el agua, o por el contacto con las manos de persona a persona. Para prevenir su transmisión, es importante extremar la higiene de manos con abundante agua segura y jabón y especialmente antes, durante y después de preparar alimentos; cocinar completamente carnes que se consumen (el color tiene que ser homogéneo, sobre todo en las preparaciones con carne picada), y lavar, siempre y cuidadosamente, frutas y verduras.