La Orquesta Filarmónica de Mendoza recibe la visita del director francés Michaël Cousteau


El viernes 1 de diciembre, la excepcional agrupación sinfónica ofrecerá el espectáculo Una noche en París, con un exquisito programa.

Un fascinante viaje musical por grandiosas obras del repertorio universal francés, compuestas por maestros consagrados como Debussy, Ravel y Gounod, propone la Orquesta Filarmónica de Mendoza, en el concierto que ofrecerá este viernes 1 de diciembre, a las 21. La velada contará con la presencia como director invitado, el maestro francés Michaël Cousteau, quien llega especialmente para este espectáculo. Las entradas ya están a la venta a través de entradaweb.com.ar o, en la boletería de teatro, de miércoles a domingo de 18 a 21.

Una noche en París no será simplemente un concierto sino una experiencia sensorial que capturará la esencia de la ciudad que ha sido cuna de innumerables movimientos artísticos y musicales. La Alianza Francesa se suma a esta iniciativa, que contribuye a la creación de un ambiente que transportará a la audiencia a través del tiempo y el espacio, sumergiéndose en la atmósfera única de la capital francesa. Se disfrutará un recorrido por la elegancia y la sofisticación de la música francesa, mientras la Orquesta Filarmónica de Mendoza, con la dirección magistral del maestro francés Michaël Cousteau, interpretará con maestría composiciones que han dejado una marca indeleble en la historia musical.

Desde los evocadores paisajes sonoros de Debussy hasta la exquisita sensibilidad de Ravel y la emotividad lírica de Gounod, cada pieza será una ventana abierta a la riqueza cultural de Francia.

Programa, sus autores y composiciones del concierto

Claude Debussy (1862-1918): Preludio a la siesta de un fauno

Claude Debussy alcanzó la mayoría de edad como compositor durante un período especialmente rico de la historia cultural francesa. Hacia 1887, el compositor de 25 años empezó a asistir a las legendarias veladas de los martes en el apartamento de su amigo el poeta simbolista Stéphane Mallarmé. Entre los invitados habituales figuraban el escultor Rodin, el pintor impresionista Claude Monet, los poetas Paul Verlaine y Paul Valéry y escritores como André Gide y Marcel Proust. Estas asociaciones tuvieron una influencia duradera en la música de Debussy. Sus obras estaban muy marcadas por las innovaciones de las artes visuales y la literatura de la época, un periodo en el que la estructura formal pasaba a un segundo plano frente al estado de ánimo, la atmósfera y el color.

Debussy quedó prendado de La tarde del fauno, de Mallarmé. En la compleja estructura del poema de Mallarmé, “una sensualidad, intelectualidad y musicalidad extrema se combinan, se entremezclan y se oponen”, como dijo el también poeta Paul Valéry.  La brumosa ambigüedad de las palabras del poeta se refleja mágicamente en los ritmos fluidos y las ambigüedades tonales del Prélude à l’après-midi d’un faune de Debussy, compuesto entre 1892 y 1894. Al describir el Prélude como una ilustración muy libre del poema de Mallarmé, Debussy dijo que su música pretendía evocar “las escenas sucesivas en las que transcurren los anhelos y los deseos del fauno en el calor de la tarde”.

Esta sensual partitura provocó una revolución musical cuando apareció hace más de un siglo, el 22 de diciembre de 1894, en un concierto de la Sociedad Nacional de Música en París. Todos los aspectos de esta música de frágil belleza y exquisita factura iban en contra de todas las tendencias musicales del siglo XIX, desde Beethoven hasta Wagner. La nueva fluidez de las formas fue una de las grandes aportaciones de Debussy a la música moderna. Además, el importante papel que Debussy concedió al color instrumental en su Prélude lo diferenció de todas las partituras orquestales anteriores. Como señaló acertadamente Pierre Boulez: “La flauta de la Faune de Debussy insufló aire nuevo al arte de la música”. (Kathy Henkel)

Charles Gounod (1818-1893): Musique de Ballet de Faust

Charles Gounod compuso su ópera en cinco actos Fausto, basada en la trágica obra homónima de Johann Wolfgang von Goethe. Considerada por algunos como la obra más importante de la literatura alemana, Fausto de Goethe se publicó por primera vez en 1808 y se divide en dos partes. La ópera de Gounod es una adaptación de la primera de estas partes y, desde su estreno, en 1859, se ha convertido en una de las óperas más representadas del mundo. En 1869, para que se representara en la Ópera de París, fue necesario añadir una secuencia de ballet. Así, Gounod creó una secuencia de ballet que se insertaría al comienzo del Acto 5 y que consta de siete movimientos, a veces denominado “Ballet Walpurgisnacht”

Maurice Ravel (1875-1937): Daphnis et Chloé (Suite Nº 2)  

El estreno de esta obra tuvo lugar el 8 de junio de 1912. Ravel la concibió como “un vasto fresco musical, menos pensado en el arcaísmo que en la fidelidad a la Grecia de mis sueños, que se identifica voluntariamente con la imaginada y representada por los pintores franceses de finales del siglo XVIII”. Daphnis et Chloé no triunfó como ballet en esta ocasión y posiblemente nunca lo haya hecho, pero su música exuberante y colorista causó una impresión inmediata y muy favorable. Se ha convertido en un elemento básico del repertorio sinfónico, sobre todo la segunda de las dos suites, que el compositor extrajo de la partitura de 50 minutos de duración.

La Suite Nº2 se abre con una espectacular representación orquestada elevándose sobre un paisaje pastoral, cuyo tema se construye en torno a una sencilla secuencia ascendente derivada del solo de trompa del comienzo del ballet. El compositor describe la acción de esta suite del siguiente modo (los números entre paréntesis se refieren a los tres movimientos individuales): 

“[1] No hay más sonido que el murmullo de los riachuelos de rocío que gotean de las rocas. Dafnis yace inmóvil ante la gruta de las ninfas. Poco a poco amanece. Se oyen cantos de pájaros. Llegan unos pastores en busca de Dafnis y Chloé. Encuentran a Dafnis y lo despiertan. Angustiado, busca a Chloé, que por fin aparece rodeada de pastoras… Dafnis y Chloé escenifican la historia de la ninfa Syrinx, amada del dios Pan. Chloé se hace pasar por la joven ninfa que deambula por el prado. Dafnis se presenta como Pan y le declara su amor. La ninfa le rechaza. Él insiste cada vez más. Ella desaparece entre los juncos. Desesperado, arranca unos juncos, les da forma de flauta y toca una melodía melancólica. Chloé regresa y baila al son de la melodía de la flauta. [3] La danza se anima cada vez más y, en un loco torbellino, Chloé cae en brazos de Dafnis… Entra un grupo de jovencitas vestidas de bacantes… Un grupo de jóvenes invade el escenario. Alegre tumulto. Baile general”. (Herbert Glass)

Acerca del director invitado:  Michaël Cousteau

La carrera de Michaël Cousteau lo ha llevado por todo el mundo dirigiendo repertorio sinfónico y operístico. Su pasión por concebir programas originales contribuye a hacer de sus conciertos momentos de inteligencia y compartir con el público. Como embajador del repertorio francés en el extranjero, ha colaborado en numerosos proyectos multidisciplinarios con artistas del teatro, la danza y la comedia musical.

En Francia, ha dirigido destacadas agrupaciones, como la Orquesta Nacional de Lyon, la Orquesta Nacional de Montpellier, la Orquesta Sinfónica y Lírica de Nancy y Lorena, la Orquesta de Cannes, la Orquesta de Picardía y la Orquesta Colonne. Además, en Europa, ha trabajado con la Orquesta de Cámara de Moscú, la Orquesta de Cámara y la Orquesta Sinfónica de la Radio Holandesa, y la Orquesta Filarmónica de Luxemburgo.

Ha realizado actuaciones regulares en Portugal (Orquestra Metropolitana de Lisboa, Orquestra Clássica da Madeira, Orquestra Clássica do Centro) y Rumanía (Filarmónica Banatul, Filarmónica Moldova, Filarmónica Mihail Jora). En Asia, ha establecido una relación especial con la Orquesta Nacional de Filipinas y ha dirigido con frecuencia en China y Taiwán (Orquesta Nacional de China, Orquesta Sinfónica de Shenzhen, Orquesta Filarmónica de Xiamen, Orquesta de la Ópera de Wuhan, Filarmónica de Sichuan, Orquesta Filarmónica de la Academia de Artes Escénicas de Hong Kong, Nueva Filarmónica de Tayouan, entre otras).

Michaël Cousteau también contribuye a la creación de nuevas obras (Benjamín Attahir, Anne Victorino d’Almeida, Jean-Baptiste Robin, Marc Battier, Dana Rotaru, Xiaogang Yue, Zhao Jinping, Guan Xia) y a la difusión de compositores franceses contemporáneos (Nicolas Bacri, Guillaume Connesson, Philippe Hersant). Además, se dedica a la enseñanza y ha impartido numerosas clases magistrales de dirección de orquesta y conferencias sobre la música francesa en colaboración con universidades en los países en los que dirige. En Francia, ha colaborado con las orquestas del Conservatorio Nacional Superior de Música de París y enseña dirección de orquesta en la red de conservatorios municipales de la ciudad de París. Michaël Cousteau ha sido director asistente de destacados maestros como Gary Bertini en la Ópera Nacional de París, Zoltan Pesko en la Deutsche Oper am Rhein (Düsseldorf) y Emmanuel Krivine en el Orchestre Français des Jeunes y la Orquesta Nacional de Lyon. Estudió dirección con Julius Kalmar y Karl Österreicher en la Hochschule für Musik de Viena y ha ganado varios premios en dirección, análisis, orquestación y composición en los conservatorios regionales de Reims y París. También ha participado en clases magistrales con renombrados maestros como Yuri Ahronovitch en el Música Riva Festival y Myung Wung Chung en la Academia Chigiana de Siena (Italia).

Ficha

Orquesta Filarmónica de Mendoza presenta Una noche en París

Día y hora: viernes 1 de diciembre a las 21

Entrada: $1.200 a través de entradaweb.com.ar o en boletería del teatro de miércoles a domingo, de 18 a 21

Programa:

Claude Debussy: Preludio a la siesta de un Fauno.

Charles Gounod: Musique de Ballet de Faust.

Maurice Ravel: Daphnis et Chloé (Suite Nº 2)  

Director Invitado: Michaël Cousteau.