Las heladas habrían afectado cerca de 30 mil hectáreas


La Dirección de Agricultura y Contingencias Climáticas (DACC) determinó, a través de un cálculo aproximativo, que las bajas temperaturas de los días 2, 6 y 24 de setiembre afectaron 29.900 hectáreas. No obstante, la certeza de la superficie perjudicada resultará de las pericias técnicas que comenzarán en los próximos días.

Los días mencionados fueron los más comprometidos en cuanto al impacto de las bajas temperaturas debido a que los frutales se encontraban en el inicio de floración, algunos en estado más avanzados, al 50% y en plena flor, otros en cuaje y otros más avanzados con frutos de 2 cm.
Se calcula, entonces, que el descenso brusco de temperaturas afectó los estados fenológicos de las plantas, considerando que las mínimas críticas para cada etapa del cultivo fueron ampliamente superadas. El 2 y 6 de setiembre se registraron -3ºC y -4,6ºC en distintas zonas productivas, con lo cual la probabilidad de daño es alta, pues en el caso del duraznero, por ejemplo, la temperatura crítica para el estado de plena floración es de -2,8ºC.  
En el oasis Sur, las heladas habrían afectado alrededor de 15.000 hectáreas; en el oasis Centro, 6.000 hectáreas; en el Este, 4.300. En tanto, en el oasis Norte, la superficie afectada asciende a 4.600 hectáreas.
Con respecto a las especies, la ciruela resultó más afectada: alrededor de 14.200 hectáreas quedaron comprometidas por las bajas temperaturas, lo que equivale al 47% de la superficie cultivada con esta especie en Mendoza. La producción de durazno también habría sido castigada por la helada: el 36% de la superficie implantada se encuentra en zonas donde las temperaturas descendieron por debajo de -3°C.
Esta aproximación fue realizada a partir de los registros de las 30 estaciones meteorológicas de la DACC y tras un estudio elaborado por isotermas y mediciones que cruzan la zona de influencia de las estaciones meteorológicas y la ubicación de los cultivos.