Más de mil personas participaron del abrazo solidario por el Atuel
Mediante el acto simbólico, los productores del Sur expresaron la firme convicción de defender las aguas que otorgan vida, crecimiento y trabajo.
El superintendente Sergio Marinelli, el intendente Walther Marcolini y el ministro de Gobierno Dalmiro Garay participaron del abrazo simbólico por el río Atuel, donde más de mil personas apoyaron la postura de nuestra provincia ante el conflicto con La Pampa.
“Tenemos el ánimo de contribuir a una solución seria, que permite darle una solución a La Pampa pero sin perjudicar a Mendoza. Planteamos un aumento del caudal del marginal con perforaciones, que se enriquece con la propia agua del Atuel, pero se nos rieron de forma muy despectiva”, dijo, a la vez que adelantó que “en no más de diez días, en General Alvear, vamos a hacer la presentación del trabajo que hizo la provincia de Mendoza, con la UNCuyo, con un gran equipo de profesionales. Lo vamos a editar en un libro para que se pueda tener en las escuelas y todos los ámbitos, ya que cuenta con un gran respaldo científico a nuestra propuesta”, dijo Sergio Marinelli durante el acto simbólico que tuvo como centro la toma de Carmensa.
El superintendente aseguró que el Gobierno mendocino confía en que la Corte tomará la decisión correcta. “Nosotros evaluamos cómo distribuir el agua en función de los cultivos, y si no lo hacemos de forma pareja, sabiendo que hoy es muy escasa el agua y que quien posee una finca sólo puede regar la mitad, no quiero imaginar, si hay que dar un caudal adicional, lo que esto significaría”, dijo.
Por su parte, el ministro Dalmiro Garay destacó que “la defensa que está realizando la Provincia es ordenada y coordinada por el Gobernador. Él está personalmente viendo la estrategia que estamos llevando a cabo en la CIAI y la Corte”.
Respecto del abrazo simbólico, el ministro expresó: “Hay gente que vive del agua, que utiliza el agua muy racionalmente y la cuida, pero lamentablemente lo que vemos de La Pampa, más que un reclamo, es un capricho, que termina por enfrentar dos ciudades hermanas que deberían trabajar juntas”.
Las obras son un eje central para dirimir este conflicto. Sin embargo, desde La Pampa aún existe resistencia. “En una salida muy rápida, hemos propuesto 25 pozos perforados en el Sur, que permitirán garantizar el caudal que hemos propuesto para La Pampa, pero la respuesta por parte de ellos fue que esa no es agua del Atuel. Es por eso que nos parece un capricho”.
Como representante de los regantes se expresó Carlos Achetoni, quien también es miembro de la CIAI. “Debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance, hacer todas las obras que sean necesarias, pero créanme, hay una que es fundamental, que es el trasvase del río Grande al Atuel”, remarcó.
“Mucho se ha dicho en estos tiempos, pero esta concurrencia pacífica, con la sola intención de evidenciar la necesidad extrema que tenemos de aprovechar el río, y no poder desprendernos de lo que hoy se utiliza, porque sería decirle a mucha gente que tiene que renunciar a sus derechos e irse a vivir a otro lugar. Eso nos hace continuar, porque esto va a ser un inicio de una etapa, en la que por una vez por todas dejemos de gastar dinero en abogados y nos dediquemos a lo que los mendocinos, y especialmente los regantes, nos hemos dedicado, que es invertir en obras para hacer más eficiente el uso del agua del río Atuel”.
Por su parte, el intendente Walther Marcolini fue contundente con su discurso: “El Atuel nos da la vida, hay una razón productiva, pero también hay una razón humanitaria. Estamos teniendo un marco realmente importante, y esto es muy bueno, porque necesitamos que todo el mundo comprenda y que el país, al igual que la Corte, conozca la realidad que vivimos”, dijo, a la vez que hizo hincapié en las obras: “Corre riesgo el oasis productivo del Sur de Mendoza si no se realizan las obras, y si no se puede avanzar en una obra de fondo, que es el trasvase del río Grande al Atuel. Gracias a Dios, la Corte habilitó la construcción de Portezuelo del Viento”.
Finalmente, cuando las últimas luces iluminaban nuestro cielo, la multitud congregada junto al río Atuel se fundió en un emotivo abrazo frente al cauce, que hoy por hoy no contiene agua, ya que está siendo seccionada por la escasez.