Megajuicio: "Tenían que llenar las cárceles para demostrar que las cosas se hacían bien"
En Tribunales Federales se desarrolló una nueva audiencia en el debate oral y público en el IV Juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en la provincia de Mendoza desde el año 1975 en adelante.
El primer testimonio de la jornada fue brindada por Juan Carlos González, citado como testigo en la causa Aníbal Torres y otros. Su relato abordó acontecimientos ocurridos tras su detención ocurrida en 1976. El hombre reconstruyó violentos episodios en las sesiones de tortura, lugar donde identificó la presencia de un médico que determinaba la duración del tormento. Además, se refirió hacia los ataques sexuales padecidos por sus compañeras detenidas.
El testigo también recordó su paso por el D2, por la Comisaría de la Sexta Sección y por la Penitenciaría Provincial, sitio donde estuvo hasta 1977, momento en el que un Consejo de Guerra lo condenó a ocho años de reclusión. Fue penado sin haber prestado declaración, con pruebas inventadas y un abogado defensor le confió que “por las presiones que generaba el mundial de fútbol, tenían que llenar las cárceles para demostrar que las cosas se hacían bien”. Finalmente fue trasladado a Sierra Chica y luego a Devoto para salir en libertad condicional tras siete años y dos meses de prisión.
El segundo testimonio fue realizado por Héctor Enrique García, detenido en 1976 que fue trasladado al D2 donde identificó a María Sánchez Sarmiento y su esposo, Jorge Vargas, ambos detenidos con sus hijas menores, a quienes obligaban a presenciar la tortura hacia su padre. En la actualidad, Vargas se encuentra desaparecido.
El testigo aportó datos sobre otros presos políticos como Rosa Gómez, Roque Luna, Juan Carlos González y David Blanco; refirió además sobre los ataques sexuales cometidos hacia las personas detenidas. Y agregó que durante su cautiverio estuvo en presencia de un juez que no se identificó y ante quien denunció esos apremios ilegales. Tras esto, el trato hacia los detenidos fue más violento. Luego, fue trasladado a la Comisaría de la Sexta Sección y más tarde a la Penitenciaría Provincial.
Un Consejo de Guerra lo condenó a cuatro años y medio de prisión por tenencia de armas de guerra y municiones sin que su casa fuera requisada. Después lo trasladaron a Sierra Chica y más tarde a Devoto, lugar del que recuperó su libertad en diciembre de 1980.
Por su parte, Alicia Morales Fernández de Galamba, secuestrada en 1976 declaró que con María Luisa Sánchez Sarmiento fueron trasladas al D2 junto a sus pequeños hijos quienes eran obligados a presenciar las torturas. Morales, además, aportó datos sobre otros detenidos y sostuvo que le pareció una irregularidad importante que para esa fecha hayan solicitado sus capturas, porque ellos ya se estaban desaparecidos y consideró que ese pedido de captura fue una maniobra de ocultamiento de la verdad. Entre los oficiales del D2, mencionó a uno apodado “el mechón blanco”, encargado de trasladar a los detenidos y darles las peores noticias.
Permaneció detenida en el D2 hasta los primeros días de noviembre. Tras esto fue sometida a un Consejo de Guerra, presidido por el Coronel Segura y subtenientes que oficiaban de abogados. Fue condenada a cuatro años de prisión y puesta en libertad por error del mismo Consejo y recapturada en otro violento allanamiento en 1976.
Tras esto, fue trasladada a Devoto donde permaneció hasta noviembre de 1977. Además mencionó al ex juez Guzzo y al entonces fiscal Romano ante quienes denunciara los apremios ilegales, al salir en libertad. Declaró que ese Tribunal decidió sobreseerla recién el 11 de junio de 1980 bajo pago de una fianza, cuando se cumplían los cuatro años de condena. Recuperó definitivamente su libertad el 30 de agosto de 1980.
Por su parte, el licenciado en Comunicación Social, Eduardo Ezequiel Becerra, se presentó espontáneamente a declarar sobre las desapariciones de estudiantes de la Escuela de Comunicación Colectiva (ESCC) y abrió su testimonio diciendo
En su testimonio recordó las persecuciones, detenciones y desapariciones y los nombres de los desaparecidos Billy Lee Hunt, Raquel Moretti y Amadeo Sánchez Andía.
A pedido de los integrantes del Tribunal, el próximo lunes se realizará una inspección ocular en el D2 a raíz del testimonio prestado por Héctor Enrique García. El debate oral y público continuará el martes 7, a las 9.30, en el primer piso de Tribunales Federales.