Mendoza expuso sobre el colector Blanco Encalada y los trabajos para mitigar el riesgo aluvional en el Congreso Nacional del Agua


El director de Hidráulica, Pablo Rodríguez, y el coordinador de la Subsecretaría de Ambiente, Ariel Lima, participaron en este encuentro que reúne a expertos nacionales e internacionales. La obra Blanco Encalada es la intervención aluvional más relevante de las últimas décadas en Mendoza, cuyos detalles fueron presentados en este congreso.

El coordinador de la Subsecretaría de Ambiente, Ariel Lima, y el director de Hidráulica, Pablo Rodríguez, participaron en el XXVIII Congreso Nacional del Agua (Conagua), realizado en Mar del Plata el jueves 7 y viernes 8 de agosto. Los funcionarios del Ministerio de Energía y Ambiente expusieron los avances en la extensión del colector aluvional Blanco Encalada, considerada la obra de mitigación más importante de los últimos 20 años en la provincia, y participaron en mesas de debate sobre riesgo hídrico y sostenibilidad en un escenario de cambio climático.

El agua, eje central para el presente y el futuro

La edición 2025 de Conagua tuvo como propósito difundir nuevos conocimientos sobre el agua, debatir lineamientos prioritarios y generar consensos para el futuro de la política hídrica nacional y provincial.

Mendoza, que tiene un largo historial en manejo de recursos hídricos y aluviones, presentó el plan de esta obra aluvional en el piedemonte, que puede servir de ejemplo para otras ciudades en las que las inundaciones son cada vez más recurrentes.

Durante su exposición, Rodríguez explicó que el Área Metropolitana de Mendoza, ubicada sobre el piedemonte de la precordillera andina, presenta un riesgo alto debido a lluvias intensas y correntadas súbitas.

“Si bien las obras de mitigación han acompañado el crecimiento urbano durante décadas, la expansión hacia zonas más elevadas y fuera de la cobertura de defensas existentes ha generado nuevos desafíos. Uno de los puntos críticos identificados es la cuenca del río seco Sosa, que descarga hacia sectores urbanos sin infraestructura de control”, explicó Rodríguez durante su exposición.

Para resolver esta situación, la provincia lleva adelante la ampliación del colector Blanco Encalada, construido originalmente en 1996. La intervención permitirá trasvasar los caudales de la cuenca alta del Sosa hacia el río Mendoza, incorporando estos flujos al colector existente y aumentando la seguridad hídrica, con el fin de proteger a miles de vecinos del piedemonte ante tormentas extremas.

El proyecto, ejecutado en el cauce Sosa, incluye la construcción de muros de desvío, canales trapeciales excavados en tierra con taludes 1,5:1, zonas de disipación de energía y enrocados, y una conexión final con el colector actual. La longitud total de la extensión es de 600 metros y su diseño se apoya en modelaciones hidráulicas bidimensionales con HEC-RAS y topografía de alta resolución, lo que permite validar el comportamiento de la obra en eventos hídricos extraordinarios.

Los estudios hidrológicos realizados por el INA-Inacra determinaron que la cuenca del Sosa genera un caudal pico de 70 m³/s para tormentas de 200 años (91 mm en 90 minutos). El colector original, por su parte, capta 8.000 hectáreas y conduce hasta 350 m³/s. La imposibilidad técnica de prolongar directamente el colector hasta el Sosa llevó al diseño de una serie de obras concatenadas que optimizan la conducción y disipación de caudales, reforzando la seguridad de áreas urbanizadas y en expansión.

Actualmente, la obra tiene 55% de avance y es inspeccionada y administrada por profesionales de la Dirección de Hidráulica y de la Subsecretaria de Infraestructura.

Las simulaciones hidráulicas realizadas en la formulación del proyecto mostraron un desempeño satisfactorio para el control de caudales, lo que representa un paso decisivo en la mitigación del riesgo hídrico, la protección de zonas pobladas y la posibilidad de regularizar áreas habitadas que se encontraban fuera de cobertura de infraestructura defensiva.

Rodríguez destacó que esta es una obra estratégica de adaptación al cambio climático y de ordenamiento territorial, que no solo fortalece la seguridad de la población, sino que también acompaña el desarrollo sostenible del piedemonte mendocino.

Asimismo, remarcó la relevancia de la participación de Mendoza en conferencias magistrales sobre riesgo hídrico en ciudades, a cargo de especialistas de Japón y Chile, así como en debates sobre gestión integrada de cuencas con autoridades de Brasil.

Por su parte, Ariel Lima señaló que la comitiva mendocina asistió a clases magistrales como “Cambio climático y su impacto en el ciclo del agua” y a mesas sobre sostenibilidad en condiciones extremas, en las que se compartieron la experiencia de Mendoza y experiencias internacionales.

Lima subrayó la articulación con el Departamento General de Irrigación y el trabajo conjunto que se lleva adelante en el marco del Plan Hídrico Provincial.

Qué es el Congreso Nacional del Agua

El Congreso Nacional del Agua, promovido desde 1963 por el Comité Permanente de los Congresos Nacionales del Agua, es el encuentro técnico-científico y de gestión más tradicional del país en materia hídrica.

La edición 2025 contó con la participación de representantes de organismos públicos, privados, académicos y organizaciones de la sociedad civil, tanto de Argentina como del exterior.

Se abordaron aspectos centrales para la gestión integral del recurso hídrico, que incluyeron la gobernabilidad y gobernanza del agua, políticas públicas, regulaciones y modelos de administración consorciada a nivel local, provincial y federal; la hidrología superficial y subterránea, con el desarrollo de sistemas de alerta temprana, monitoreo y modelaciones hidrológicas e hidrometeorológicas; y la hidráulica de ríos, marítima y de estuarios, analizando marcos conceptuales y soluciones de ingeniería para cursos fluviales, torrenciales, mares y costas.

También se trataron aspectos de ingeniería e infraestructuras hidráulicas, desde la planificación y diseño de obras hasta la seguridad de presas; la relación entre sociedad, agua y territorio, con foco en conflictos socioambientales y ordenamiento territorial, y el vínculo entre agua y producción.

Otros ejes incluyeron los aspectos hidroambientales, como la calidad del agua, el impacto del cambio climático y la prevención del riesgo hídrico en ciudades; la perspectiva de género y diversidad en el acceso y gestión del agua, y los avances en mecánica de fluidos e hidráulica fundamental, incorporando nuevos desarrollos teóricos, técnicas de laboratorio y métodos computacionales para la ingeniería hidráulica.