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Mendoza presenta un gran potencial de petróleo no convencional


La disponibilidad de energía de un país, provenga del petróleo, gas, energías renovables o del carbón, es determinante para realizar cualquier actividad en una sociedad, ya que no sólo permite que los ciudadanos puedan calefaccionarse, utilizar medios de transporte o cocinar, sino que sin energía no habría industrias, empleos y, por lo tanto, tampoco crecimiento económico.

Si bien las reservas de hidrocarburos convencionales están en un proceso de declinación, en Mendoza existe un gran potencial aún por explorar en las reservas del no convencional. Mediante la exploración y explotación del petróleo pesado y no convencional, la Provincia podría mantener el ritmo de inversión y de empleo por los próximos 20 años.

Autoridades de la Subsecretaría de Energía y Minería explicaron que en la Cuenca Neuquina existe una porción en petróleo pesado equivalente a todo el crudo que se ha producido en Mendoza desde que se inició la explotación de hidrocarburos, es decir, todo lo que se generó en los últimos 50 años.

“El grado de actividad de la industria en el no convencional de Mendoza va a depender de cuán eficiente sea el trabajo en conjunto entre Gobierno, empresas y sindicatos para lograr hacer rentable esta actividad y que la misma genere empleo e ingresos adicionales para la provincia. Hoy el Gobierno está acompañando a los sectores involucrados para facilitar estas inversiones y, por su parte, empresas y sindicatos están analizando el potencial futuro para adecuar los costos de producción local a estándares internacionales”, afirmó Santiago Fernández Herrero, director de Hidrocarburos.

Actualmente, YPF, PETSA, y Pluspetrol, así como otras empresas, se han mostrado interesadas en invertir en no convencional, tanto en petróleo pesado como en explorar rocas generadoras de Vaca Muerta y Cacheuta en Mendoza Norte. Por su parte, la Provincia dispone de 20 áreas en el borde de la Cuenca Neuquina, ubicadas en Malargüe, de las cuáles 4 saldrán a licitación en próxima ronda.

El gran potencial de petróleo pesado se evidencia en un área de 300km2 aproximadamente, en el borde la Cuenca Neuquina, donde hay estimaciones que la reserva del petróleo in situ (oil in place) asciende a casi 1.000 millones de barriles de petróleo, de los cuáles con la tecnología actual se podría recuperar el 10% de ese volumen.

Petróleo No Convencional

Se denomina no convencional al petróleo y gas que fue formado en la roca generadora a grandes profundidades, que no alcanzó a ser expulsado hacia algún reservorio y para poder producir ese hidrocarburo se necesita estimular hidráulicamente la roca. Es decir que en todas las áreas de donde se extrae petróleo convencional hay una reserva de no convencional.

No se considera como“No convencional” cuando la roca generadora se encuentra naturalmente fracturada y su producción no requiere de mayor complejidad que aquella que demanda un hidrocarburo convencional.

En Mendoza, el futuro de la producción del petróleo no convencional va a provenir de comenzar a estimular la roca generadora, que en el caso de la cuenca Cuyana se corresponde con las formaciones Cacheuta, Potrerillos y Cabras. Por su parte, en la Cuenca Neuquina, el potencial del no convencional de Vaca Muerta es enorme, junto a las rocas generadoras Tres Esquinas y Molles.

Argentina, un país de riquezas

De acuerdo a una publicación efectuada por el Instituto Argentino de Petróleo y Gas (IAPG), la Argentina se ubica en el segundo puesto de la lista de países poseedores de los mayores recursos técnicamente recuperables en lo que hace al gas almacenado en las rocas generadoras, también conocidas como shale (el gas que se explota tradicionalmente, pero almacenado en formaciones geológicas no convencionales), sólo detrás de China, y en el cuarto lugar para el caso del petróleo. Este estudio, aclara IAPG, no tuvo en cuenta países con amplias reservas de gas y petróleo convencionales, como las naciones de Medio Oriente, pero aún así se trata de un dato sumamente auspicioso.

Asimismo, la energía renovable que se produce en Argentina, y especialmente en Mendoza, sea fotovoltaicas, eólicas o hidroeléctricas, si bien no reemplazan la dependencia de los hidrocarburos, sí colaboran con la satisfacción de la demanda de energía, con una baja o nula emisión de gases de efecto invernadero, y a su vez logran la diversificación de la matriz energética.