MESA "CULTURA, PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA Y DESARROLLO LOCAL"


La Mesa estuvo moderada por el secretario de Cultura de Mendoza, Ricardo Scollo, y la participación del investigador en Gestión y Políticas Culturales de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, José Tasat; Fabio Quetglas, experto en planificación y gestión de ciudades; Josefina Delgado, actual subsecretaria de Cultura de la Ciudad de Bueno Aires; y Gonzalo Carámbula, director de la Licenciatura en Gestión Cultural del Centro Latinoamericano de Economía Humana (CLAEH), de Uruguay, también a cargo de la Secretaría de Comunicación de la Presidencia de su país.

La charla, relizada el jueves 16 de septiembre, versó sobre la voluntad de transformar a través de la cultura, la reflexión necesaria a la hora de planificar, el desarrollo local en el contexto universal, y la cultura como sector de demanda en aumento y en constante dinamismo. Además, se plantearon problemas de metodología, y se debatió sobre la restricción de recursos en el ámbito de la cultura.

La primera intervención estuvo a cargo de Tasat, quien realiza una investigación académica sobre las políticas culturales en doce municipios del conurbano bonaerense. “La ciencia tiene que vincularse con los ámbitos de gestión para construir entendimientos posibles y generar algo práctico y específico para los gestores culturales locales –dijo y advirtió–: los gobiernos locales invierten mucho más que los provinciales, incluso más que la Nación”.

Para el también doctor en Educación, “el campo de la investigación cultural quedó atrás en relación con el educativo”, y, en ese sentido, sostuvo la necesidad de fortalecer el vínculo del campo de la ciencia con la gestión para “poner de manifiesto la potencia de la cultura y la acción terapéutica que genera”.

Quetglas –especialista en desarrollo local y ganador del Premio Quinto Centenario, con el que España distingue a los mejores investigadores de América Latina– aportó una máxima en la materia: “Más importante que la planificación es crear una cultura planificadora, porque, muchas veces, en las instituciones públicas, planificar se reduce a comprar un libro metodológico, a hacer reuniones con objetivos, y a que haya una consistencia con el recurso presupuestario, pero no pasa mucho más”.

En cuanto a su objeto de trabajo y estudio, el consultor sostuvo: “No existe el desarrollo, sino los desarrollos. No hay una misma receta, por eso, no sólo se trata de la planificación, sino también de la cultura”. Y aclaró que aún falta visión para sistematizar los esfuerzos. “La planificación requiere reflexión, pensar cómo los objetivos –que son una decisión puramente política– se desarrollan. Existe porque hay una restricción, si hubiera recursos, no sería necesaria”, otra mala noticia, según Quetglas.

Delgado, por su parte, destacó la función social de la cultura y el universo de sensaciones que genera, y analizó el caso del tango, patrimonio inmaterial de la UNESCO, en relación con la identidad local, el desarrollo de una marca cultural y el reconocimiento de otros pueblos.

Por último, Cárambula, uno de los invitados internacionales de este Congreso, y “militante de los derechos de la cultura” –como se autodefine–, trajo el debate a la mesa. “A los que nos interesa el desarrollo de la vida cultural de los pueblos, vivimos en contradicción: la potencia creadora de los pueblos frente a las dificultades para desarrollar esa tarea. La sensación de angustia es permanente. Si te va bien, hay más demanda cultural, y nunca estamos satisfechos”.

Para destacar su mirada sobre la planificación, el especialista uruguayo expuso un ejemplo en clave histórica: “Desde que los habitantes de las cuevas de Altamira decidieron generar sentido y salir a buscar el carbón, se produjo un acto de gestión y planificación. La discrepancia entre la potencialidad de la creación y la finitud de los recursos desde siempre nos ha obligado a planificar”.

En cuanto al desarrollo local, el académico uruguayo subrayó: “Nos olvidamos del papel de lo local en la escena mundial, lo que hace que, cuando las Naciones Unidas resuelven un bombardeo en Irak, las bombas pegan en la biblioteca de Bagdad y eliminan 500 tablillas de inscripciones sumerias. Entonces, el papel de los gobiernos locales en un concierto internacional implica una toma de conciencia de la realidad, más allá de lo que queremos construir”.

Como cierre, Carámbula señaló: “En mi opinión, el objetivo principal es el desarrollo cultural sostenible y cómo garantizamos que la vida cultural de los pueblos se mantenga activa y se potencie”.

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