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Migue Ángel Guisasola y su legado a la arquitectura de Mendoza


El experimentado y reconocido profesional que hizo gran parte de su carrera en tierras mendocinas se fue a los 79 años. Las escuelas, donde al diseño arquitectónico se le sumó la variable del eficiente manejo energético, fueron quizás sus trabajos más representativos.

Nació en la localidad de Vicente López el 20 de diciembre de 1942. Su padre
fue uno de los fundadores de la fábrica de Sidra Tunuyán de Guisasola Hermanos.

Al concluir sus estudios secundarios en el Colegio Nacional Agustín Álvarez,
comenzó a estudiar arquitectura, en 1960, en la Universidad Nacional de
Córdoba. En La Docta permaneció dos años. Con diez materias aprobadas,
retornó a Mendoza para proseguir la carrera en la recién creada Universidad de Mendoza. Siendo estudiante y gracias a una beca otorgada por el Departamento de Estado, viajó a los Estados Unidos en 1965.

Durante su estancia en el país del Norte, Guisasola presenció el emotivo momento en que Ramos Correas, quien lo había propuesto para la beca, fue distinguido como miembro honorario del American Institute of Architects (AIA). Su tesis tuvo dos instancias: una grupal, junto con María Cristina Díaz Valentín y Ernesto Martinelli, y una individual, en la que realizó el proyecto del Club y Hogar Universitario para el campus de la Universidad Nacional de Cuyo.

En 1969, Guisasola obtuvo la beca Fulbright para realizar un Master en Arquitectura en la Universidad de Pennsylvania. Luego de haber tenido como maestros a relevantes arquitectos como Louis Kahn y Norman Rice, se graduó en 1970. En el trabajo reciente de James Williamson que destacó la gran influencia que Kahn ejerció sobre sus discípulos durante aquellos años, Miguel Guisasola fue uno de los entrevistados.

A poco de haber regresado con su título de posgrado, Guisasola integró el
equipo inicial y fundador del Grupo 10, prestigioso estudio de profesionales que actuó en Mendoza entre 1971 y 1991.

A lo largo de dos décadas la producción del estudio fue vasta. Participó en concursos, proyectó obras para instituciones y desarrolló conjuntos de viviendas agrupadas en barrios residenciales. No solo sus pares destacaron los proyectos del grupo que, a pesar de haber variado en número de integrantes, mantuvo su reputación y denominación inicial. En 1983, cuatro de los miembros iniciales del estudio, los arquitectos Carminati, Ceruti, Guisasola y Lemos, fueron presentados en la revista Summa como integrantes de la “generación intermedia” de profesionales argentinos.

Los números 193 y 226 de esa revista publicaron varios de sus trabajos: entre ellos el edificio BUCI, su propio estudio de arquitectura, dos conjuntos de viviendas construidas en la 5ª Sección y el proyecto de la sede social del Club de Campo Mendoza; la sede de la Alianza Francesa y el edificio Horcones ubicado en el centro de esquí Penitentes. Al disolverse el estudio profesional, conformó una nueva sociedad en 1992, esta vez junto a la diseñadora industrial Amalia Roca de Guisasola.

Además de su labor como arquitecto independiente, Guisasola inició, a finales de la década del setenta, una carrera profesional dentro del Estado provincial.

En 1967 ingresó como dibujante en la Dirección de Arquitectura. Durante las cuatro décadas de trabajo en el organismo fue jefe del área de Arquitectura General entre 1977 y 1984. Luego, y hasta 1989, año en que obtuvo una adscripción en el Laboratorio de Ambiente Humano y Vivienda (entonces CRICYT), tuvo a su cargo la jefatura del área de Arquitectura Escolar. En 1991 regresó a la oficina en la Casa de Gobierno, y fue nombrado subdirector de Arquitectura, cargo que ocupó hasta 2007.

Durante las tres décadas de trabajo en el organismo gubernamental, Guisasola participó en la realización de más de un centenar de obras públicas que allí se proyectaron. Dentro del grupo de obras concretadas, quizás sean las escuelas, donde al diseño arquitectónico se le sumó la variable del eficiente manejo energético, las que sean representativas de su trabajo. Por ejemplo, los 39 edificios escolares realizados entre 1993 y 1996, como parte del programa edilicio financiado por el Banco Mundial.

Completando sus diversos desempeños, destacamos otra de las actividades
profesionales desarrolladas: la docencia universitaria. Apenas recibido, se
incorporó a dos cátedras: aquellas que dictaban respectivamente el arquitecto y decano Enrico Tedeschi y el ingeniero Agustín Reboredo. En una segunda fase y en otra facultad, retomó a la docencia, participando entre 1982 y 1987 en el dictado de la materia Arquitectura dentro de la carrera de ingeniería civil en la UNCuyo.

Guisasola volcó su experiencia, aquella integrada por las vivencias desde cada uno de los ámbitos en los que participó, a través de un libro. Editado en 2013 por la Editorial de la Universidad Nacional de Cuyo (EDIUNC). La publicación recorre momentos memorables de su vida profesional, a la vez que destaca a maestros y obras de la arquitectura relevantes.

En los últimos tiempos, la música formó parte de su mundo. Desde su creación en 2003, el arquitecto y también pianista, integró el grupo Sin Atril, conformado por otros arquitectos y amigos que, al igual que él, comparten la pasión por el jazz.

Fuente: Biografía realizada por Graciela Moretti para el libro Arquitectos en
Mendoza. Biografías, trayectorias profesionales y obras (1960-1972)
,
dirigido por Cecilia Raffa y editado por el IHA-FFyL, UNCuyo. El libro puede descargarse de https://bdigital.uncu.edu.ar/13376.