Mujeres que inspiran: pese a dificultades personales, lograron titularizar
Cómo llevaron adelante el concurso de titularización de Educación Superior dos mujeres, madres y trabajadoras, con sus diversas historias de vida. Cuando el esfuerzo es recompensado, y la igualdad de oportunidades, una realidad.
El concurso público y abierto de títulos, antecedentes y oposición para la cobertura de 5.900 horas cátedra en carácter de titular en el Nivel Superior en todos los Institutos de Educación Superior (IES) de gestión estatal, convocatoria 2022-2023, concluye con un sinfín de historias y experiencias de las personas que se animaron a participar y que en cada instancia, dejaron su huella.
En total, se concursaron 574 espacios curriculares y fueron 1.847 las personas inscriptas con autotabulación, de las cuales 1.806 superaron los 40 puntos mínimos exigidos por la normativa (Decreto 530/18). Afrontar cada instancia del proceso y lograr titularizar horas fue un desafío para muchos/as, que con esfuerzo pudieron compatibilizar sus vidas laborales y familiares con la energía y el tiempo que demanda todo concurso público.
Compartimos dos historias que inspiran, de postulantes que lograron titularizar sus horas cátedra con esmero y dedicación. María Jimena, mamá soltera de una bebé que hoy tiene cinco meses, pero que la acompañó en todo el proceso desde su mes y medio de edad, y Carolina, que pudo titularizar sus horas tras 25 años de servicio docente.
Jimena, mamá soltera, llevó adelante el proceso con su beba en brazos
María Jimena Morán es profesora en Ciencias de la Educación, tiene 40 años, es mamá soltera y docente hace 16 años en el nivel primario y hace nueve años en el nivel superior. Regina, su pequeña hija, la acompañó en cada etapa del concurso con tan solo un mes y medio de edad. Con esfuerzo y aliento de sus compañeros, Jimena se animó a participar en el concurso para titularizar horas que ya dictaba en Educación Superior.
“Cuando me inscribí, Regina tenía apenas un mes y medio, yo estaba atravesando una depresión posparto y no quería saber nada. Tenía la cabeza muy trabada, realmente me costaba mucho poder pensar en este proceso y todo lo que implicaba llevarlo adelante”, cuenta Jimena. “Pero mis compañeros me alentaban para que concursara en los espacios en los que doy cátedra, que cómo no me iba a inscribir, que ellos me ayudaban”.
Una compañera la asistió en el proceso de inscripción, organizando junto a ella los antecedentes y la carpeta que debía presentar, mientras Jimena a la par atendía a su niña. “Llevar a cabo el proceso con una bebé tan chiquitita fue difícil. No me separé de Regina en ningún momento, me acompañó a todos lados, quería estar presente en sus primeros meses. Lo que más me dolía era cuando tenía que dejarla a cargo de otros para elaborar los proyectos y secuencias”, rememora, y agradece a su familia y pareja por estar cerca, prestando brazos al cuidado de su bebé, mientras ella se quedaba hasta altas horas de la noche terminando la presentación.
“Como mamá y mujer profesional,fue muy difícil llevar estas dos tareas a la par. Por suerte, todavía estoy de licencia por maternidad; de lo contrario, no habría podido cumplir con cada instancia del proceso. Tenía el peso de no perder las horas, porque como mamá soltera debo llevar adelante mi hogar, no podía quedarme sin trabajo”, expresó Jimena, contenta de cumplimentar con éxito el proceso y titularizar sus horas en el Nivel Superior.
Con respecto al acompañamiento institucional, rescató que en el IES en el que trabaja realizaron varias reuniones informativas para prepararlos para el proceso. Destacó, sobre el acompañamiento de los jurados en los espacios en los que le tocó concursar: “El jurado del Agrupamiento 7 trabajó muy bien, sin problemas, y el jurado del Agrupamiento 4 fue excelente, desde el comienzo, notificando por e-mail todo, con un buen trato en persona, incluso uno de los jurados terminó teniendo a Regina alzada”.
“De los concursos rescato que todos tenemos la misma posibilidad de participar. Cada uno elige en qué espacio de cátedra concursar, está abierto a todos los docentes”, celebra Jimena. Finaliza rescatando la importancia de la implementación de los concursos para titularizar horas en el Nivel Superior. “Antes, las personas se pasaban años en cargos vacantes y no se podía regularizar la situación. Además, el procedimiento habilita a que sean personas competentes las que están al frente de una cátedra. Esto le da prestigio al Nivel Superior”, completó.
Cecilia, 25 años de servicio en la docencia
Cecilia Affronti tiene más de 25 años de experiencia como docente y psicopedagoga y se desempeña como profesora de nivel secundario en el Instituto Santa María Goretti y en la Escuela Pérez Cuesta. Además, en el nivel superior en el Instituto Normal Tomás Godoy Cruz, en el IES 9-015 del Valle de UCO, en los Trabajos Finales de Investigación de la Universidad Católica Argentina (UCA) de la carrera de psicopedagogía hasta su reciente cierre en el IMEI.
Está casada hace más de 20 años y tiene tres hijos en plena adolescencia. Su historia refleja una vida dedicada a la docencia y, tras 25 años de servicio, la posibilidad de regularizar su situación al participar en el concurso público del Nivel Superior y titularizar las horas cátedra que dicta.
Concursó en cuatro espacios, en los Agrupamientos 4 y Zona Centro, para sujetos de la Educación. Desde lo personal, nos cuenta cómo fue llevar adelante el proceso de titularización en el Nivel Superior: “Muy complejo para combinarlo con la realidad familiar y laboral. Sobre todo por el poco tiempo que me queda como docente en varias instituciones y con la realidad cotidiana. En sí, el proceso de carga de datos de antecedentes fue lo usual y allí se prolongó el tiempo un poco más. Pero para la elaboración de los proyectos y secuencias con el sorteo de los descriptores fue un tiempo más abreviado y que coincidió con el inicio de las clases tanto como docente y madre”, reflexionó.
Tras obtener el puntaje para seguir en carrera, en la misma semana en la que se entregaban las carpetas con la evaluación de los proyectos- y, a partir de esto, debía presentarse a la defensa pública y coloquio para la instancia de oposición-, le informaron que su hijo tenía fecha de operación.
“El martes supimos que nuestros antecedentes estaban con puntaje para continuar. La evaluación de los proyectos se informó el viernes y el lunes de mañana rendimos. Me dieron la autorización de la cirugía de mi hijo ese mismo miércoles, confirmando que era el mismo viernes en el horario de devolución de carpetas y proyectos. Lo informé al jurado con certificación e inmediatamente me respondieron y ofrecieron hacer una videollamada”.
Pese a que tuvo que lidiar con la operación de su hijo a la par, Cecilia pudo continuar concursando y destacó: “En la defensa y coloquio, todos los concursantes se retiraron habiéndose sentido exigidos pero muy contenidos y distendidos. En mi caso, que eran cuatro proyectos, pusieron total disposición para que pudiera presentarlos a mi preferencia, haciendo un break en la presentación. Fueron colegas y maestros, donde pudimos compartir saberes y experiencias mutuas. Muy tranquilo pero exigente”.
“Creo que la experiencia previa y específicamente en Superior, los colegas con los que he ido creciendo hasta la amistad, el apoyo familiar permanente, entre otros, han sido fundamentales”, rescató sobre la importancia de sentirse acompañado para afrontar nuevos desafíos.
Para finalizar, Cecilia reflexionó sobre algunos aspectos a tener en cuenta al presentarse a concurso: “Creo necesaria la lectura previa de todo lo enviado en detalle, la agenda de los tiempos, el comunicarse con otros docentes que concursen, y ante todo, el intentarlo como experiencia”.