Naranja y amarillo: los colores de la vitamina C y el caroteno
Las frutas y verduras con este tono en la cáscara aumentan las defensas, mejoran los huesos y la vista y son antioxidantes. Desde 365Tentaciones te contamos todas sus cualidades.
Una buena alimentación es una alimentación con colores: se sabe que cuantos más tonos tenga el plato, mejor. Esto asegura el consumo de todas las vitaminas y nutrientes que el cuerpo necesita.
En invierno tenemos a nuestro alcance las frutas y verduras amarillas y naranjas, fundamentales para la salud.
Las de color naranja son ricas en betacarotenos, una sustancia con un gran poder antioxidante. Los betacarotenos ayudan a disminuir la acción de los radicales libres, cuidan nuestro sistema respiratorio, retrasan el envejecimiento prematuro, reducen el riesgo de sufrir enfermedades del corazón y previenen la aparición del cáncer.
Como si esto fuera poco, ayuda al organismo a producir vitamina A, fundamental para formación y el mantenimiento de dientes, tejidos blandos y óseos, membranas mucosas y piel.
Se conoce también como retinol, ya que produce los pigmentos en la retina de los ojos.
A este grupo pertenecen las naranjas, mandarinas, las zanahoras, las calabazas y pomelos.
Las frutas y verduras de color amarillo también ayudan a reducir los radicales libres, pero además previenen enfermedades degenerativas y contribuyen a que se regeneren los tejidos.
En este grupo encontramos los limones, los pomelos amarillos, las peras, las papas y los choclos.
¿Cuántas debo consumir?
Los expertos en nutrición recomiendan consumir diariamente 5 porciones de verduras y frutas, por lo menos una de éstas, debe ser color amarillo-naranja y rica en vitamina “C”. Para lograr esto se pueden preparar licuados, sopas, purés y carnes acompañadas de vegetales.
Las frutas se pueden incorporar en tartas e incluso bizcochuelos: simplemente a la hora de hacer un budín, incorporamos a la harina y los huevos la fruta licuada y horneamos.
Aunque se recomienda el consumo en fresco, los choclos y las calabazas se pueden desgranar y congelar para usar en tartas, sopas y guisos.
GALERÍA