Nevadas: Consejos para los residentes de las zonas cordilleranas
Desde abastecerse de leña y alimentos hasta planificar traslados para grupos vulnerables, las medidas buscan asegurar la seguridad y el bienestar de los habitantes frente a las condiciones climáticas extremas.
Ante las nevadas persistentes que se registran en la región cordillerana, Defensa Civil brinda una serie de recomendaciones preventivas dirigidas a los residentes de Alta Montaña, con el objetivo de resguardar su integridad durante el fenómeno climático.
Entre los principales consejos se encuentra la necesidad de contar con provisiones básicas, como leña, combustible y agua potable, que permitan mantener condiciones habitables en los hogares durante posibles períodos de aislamiento. También, se recomienda disponer de alimentos no perecederos, medicamentos y un botiquín de primeros auxilios completo.
Se destaca, además, la importancia de planificar con anticipación en casos de personas en situación de vulnerabilidad. Las embarazadas con fecha de parto cercana deberían organizar su traslado previo al domicilio de algún familiar. Por su parte, quienes padezcan enfermedades crónicas deben asegurarse de contar con la medicación necesaria para todo el período.
Por otro lado, se aconseja proveerse de alimento suficiente para mascotas y animales domésticos, considerando que las dificultades de traslado podrían prolongarse durante la duración del temporal.
Otra medida clave es la revisión del estado de techos y estructuras expuestas a la acumulación de nieve, con el fin de prevenir accidentes. A su vez, se aconseja disponer de dispositivos que funcionen con baterías, como linternas frontales y radios AM/FM, útiles ante eventuales cortes de energía y para mantenerse informados a través de los comunicados oficiales.
En cuanto al uso de estufas a leña o salamandras, se sugiere verificar el correcto funcionamiento de chimeneas, campanas y caños de salida, a fin de evitar la presencia peligrosa de monóxido de carbono.
Por último, se recomienda contar con lámparas, pilas de repuesto, velas, fósforos, sal gruesa o arena para aplicar sobre superficies congeladas, revisar la disponibilidad de ropa invernal adecuada y mantener una red de comunicación activa con los vecinos para facilitar la asistencia mutua en caso de emergencia.