Paula Barbuzza: la artista que le da movimiento a “Guardiana del vino eterno”


El Acto Central de la Fiesta Nacional de la Vendimia es la expresión más pura de la esencia mendocina. La danza, la música y la historia se entrelazan bajo el cielo estrellado del Teatro Griego Frank Romero Day. Entre telones, guiando cada paso y cuidando cada detalle, está Paula Carolina Rafaela Barbuzza, directora coreográfica de este imponente acto.

“Mi relación con la Vendimia comenzó desde que nací, literalmente”, recuerda Paula con una sonrisa nostálgica. Su madre fue bailarina durante muchos años, su abuelo también participó como actor y bailarín, y ella creció entre ensayos y gradas, respirando Vendimia desde la cuna. “No había quién me cuidara en el verano, así que me crié en el teatro griego. Era mi casa”, confiesa.

Paula, que desde chica soñaba con ser parte de la fiesta más grande de Mendoza, no solo ha cumplido su sueño sino que lleva sobre sus hombros la responsabilidad de dirigir a más de 700 artistas, asegurándose de que cada movimiento sobre el escenario cuente una historia y emocione al público.

Además de ser directora coreográfica, Paula también es guionista de la Vendimia Guardiana del vino eterno. Su destacada trayectoria la ha llevado a brillar en diversas ediciones: primero como bailarina, luego como guionista y directora coreográfica de varias fiestas departamentales. “La fiesta nacional es otra cosa, tiene otro peso. No es que las departamentales no lo tengan, pero es más complejo, porque se terminan concatenando muchísimos factores”, admite.

El arte de planificar lo perfecto

La dirección coreográfica abarca todos los movimientos que ocurren en el escenario: bailarines, actores, música, utilería, vestuario y estética. “Todo debe estar alineado con la narrativa de la escena. Cada equipo redefine un poco el rol del director coreográfico, pero desde que trabajo con Franco [Agüero], director de la Fiesta Nacional de la Vendimia, la prioridad ha sido coordinar hasta el más mínimo detalle para garantizar un resultado prolijo, creativo y, sobre todo, seguro para los artistas”, destaca Paula.

“Mi prioridad siempre es la comodidad y la seguridad de mis colegas”, añade. Aunque busca la perfección, Paula empatiza con los artistas, entendiendo que son un grupo humano y que no todos trabajan con el mismo grado de precisión.

La meta es clara: reducir al mínimo el margen de error. Por eso, en julio ya tuvo todo resuelto. Analiza cada detalle durante meses para garantizar que todo esté estudiado y planificado. “La seguridad y comodidad de los artistas siempre son lo más importante”, enfatiza.

El verdadero espectáculo: los artistas

“Lo más espectacular que tiene nuestra fiesta son los artistas”, comenta emocionada. Con más de 700 intérpretes en escena, muchos de ellos considerados de los mejores del país, Paula asegura que no necesitan vestuarios estrafalarios ni acrobacias extremas. “Lo más valioso está en su talento”, afirma.

Durante las audiciones, la clave está en la proyección escénica. “Buscamos artistas capaces de transmitir su arte al público”, explica Barbuzza. Destaca el nivel artístico de los bailarines y actores de Mendoza, subrayando lo difícil que es el proceso de selección debido a la excelencia de quienes se presentan.

Un trabajo incansable

La experiencia de 2023, donde también fue la encargada de la dirección coreográfica, dejó lecciones y recuerdos imborrables. “La primera noche me emocioné hasta las lágrimas al ver la energía de mis colegas desde el otro lado del escenario. Dos meses después, volví a verla y tomé notas de lo que podíamos mejorar. Esa es nuestra meta: crecer, aprender y superar cada edición”, señala. Durante las semanas previas al evento, los días se hacen cortos, y las noches, largas. Los ensayos se suceden uno tras otro ajustando detalles, corrigiendo movimientos y buscando esa magia que solo la Vendimia puede ofrecer. “No hay descanso en la semana previa. Vivo para esto, y aunque el cansancio es enorme, la emoción lo supera todo”, confiesa la guionista y encargada de la dirección coreográfica.

Este año, Paula espera volver a vivir esos momentos únicos que solo la Vendimia puede regalar. Momentos en los que todo cobra sentido: el trabajo de meses, las noches sin dormir, las decisiones difíciles. La Vendimia no es solo un espectáculo. Es una fiesta que rinde homenaje a las tradiciones mendocinas, y Paula Barbuzza es quien, en cada movimiento, la hace brillar.