Presentarán el Diccionario de las Artes Plásticas en Mendoza 1900-1995 en el Le Parc


Este domingo a las 18 se presentará, en la Feria del Libro que se realiza en el Espacio Cultural Julio Le Parc, el Diccionario de las Artes Plásticas 1900-1995. Su publicación está subsidiada por la Universidad Champagnat y Ministerio de Cultura, a través de la Dirección de Patrimonio Cultural del Gobierno de la Provincia de Mendoza.

Esta obra es fruto de un trabajo que inició Regina Agüero y fue realizado por los investigadores de arte Silvia Benchimol; Luis Quesada y Marcelo Santángelo.

Sin antecedentes en el medio, el Diccionario Enciclopédico de las Artes en Mendoza- 1900-1995, es una inédita experiencia de rescate para la memoria histórica de la sociedad, de aquellos acontecimientos y fundamentalmente de sus hacedores, que perfilan la identidad del arte y de la vida cultural de la provincia.

El ejemplar contiene 835 artículos sobre artistas, instituciones, escuelas, movimientos artísticos en Mendoza, entre 1900 y 1995; más un “epílogo para el futuro” en el que se aporta un relevamiento de artistas actuantes y emergentes durante las siguientes décadas, cuya investigación será afrontada por jóvenes historiadoras del arte.

Los Salones, “modelos para armar”, se encuentran registrados en tablas que incluyen análisis iconográfico de las obras premiadas que serán editadas en fascículo posterior por su extensión.

Los artículos referentes a arquitectura de Mendoza constituyen una colaboración de la investigadora Rosa Guaycochea. Se ha contado con aportes de becarias de la carrera de Historia del Arte,  Mariana Serbent y  Paula Pino.

Presentación

La existencia de diccionarios y enciclopedias en Mendoza tiene larga data. Más de 170 años han transcurrido desde que nuestra Biblioteca Pública recibiera los volúmenes de la Enciclopedia D’Alembert, donados por el General San Martín. Sin embargo, estas obras concebidas como compendios del saber universal, trazaban fronteras tajantes en torno a la ciencia occidental, o más propiamente expresado, exhibían la convicción de la legitimidad de la expansión del saber europeo y de su situación dominante que lo extendía a categorías de “absoluto universal”.

Pero la idea de atesorar la vida artística -la cultura de una región del vasto continente latinoamericano- en una obra semejante es muy joven, casi sin historia. Nace en 1992, cuando desde los organismos de administración culturales locales se propone a un grupo de artistas e investigadores rescatar para la memoria colectiva esa vida singular y su identidad, que la tiene y muy rica.

Se inició entonces una etapa de imaginación proyectual y debates, algunos de ellos memorables, que se transformaron en hábito y procedimiento intelectual de los equipos constituidos, quienes dieron consistencia a la idea en el plan de la futura obra.

La convocatoria y apoyo incondicional de la profesora Regina Agüero, la comprensión de sucesivos funcionarios, ministros, algunos gobernadores, constituyeron un ejemplo excepcional de continuidad de un proyecto que mas allá de coyunturas políticas se desarrolló en silencio, entre archivos y bibliotecas.

La información en estado de dispersión fue rescatada desde el subsuelo del tiempo y del espacio, para hallar su sentido fue situada en contextos formados por varios horizontes concéntricos (o excéntricos). Se reconstruyeron así los significados y valores en contextos, local, nacional, internacional de movimientos artísticos, y se seleccionaron las clases y orden de datos biográficos a registrar en los artículos referentes a los artistas.

Hoy, lo que imaginamos, es realidad tangible en los cuatro tomos del Diccionario Enciclopédico de las Artes en Mendoza – siglo XX, que guardan la memoria de su arte: las Letras, la Música, la Danza, el Teatro y las Artes Plásticas. Constituyen un compendio del conocimiento del patrimonio artístico local, de los creadores, obras y tendencias. Y un relevamiento cultural de base.

El proyecto no está cerrado. Por el contrario, se han abierto nuevas perspectivas al encuentro, clausuras de las concepciones que diagnosticaban apriorísticamente -y erróneamente- una vida cultural y artística local y regional, refleja y simple reproductora de lo acontecido en los epicentros culturales ultramarinos y extracontinentales, consagrados por varias generaciones europeas y americanas.

Develar y dimensionar el aporte regional al arte mundial, cambiar las coordenadas tradicionalmente utilizadas en la reflexión historiográfica y en la crítica cultural, desestructurar preconceptos, son algunos de los resultados obtenidos. Ello permite augurar el Diccionario como preludio de un tesoro mayor, el futuro imaginado por nuevas generaciones de hacedores mendocinos y latinoamericanos.

Prólogo del Profesor Marcelo Santángelo

“Cuando iniciamos la tarea consistente en la elaboración de un Diccionario Enciclopédico de las Artes en Mendoza en el Siglo XX, los responsables de la verificación de la información recabable para la redacción de las Sección Artes Plásticas nos encontramos ante una serie de dificultades que no serían de fácil solución.

Sin embargo intentamos una salida acorde con la propuesta de la Directora General y Coordinadora del proyecto y consideramos conveniente mantener límites para llegar a buen término en ésta, la que con toda seguridad será la primera publicación de un tema todavía no sistematizado para uso de la comunidad en los distintos niveles de necesidades profesionales, docentes, estudiantiles o de interesados en saciar curiosidades, cubrir datos o simplemente tener al alcance de la mano informaciones confiables de una parte de la historia de nuestra vida cultural mendocina.

Oportunamente, teniendo en cuenta los cambios que se han operado en el uso de los términos, fue necesario establecer el campo de investigación para iniciar el relevamiento que encararía el Ministerio de Cultura, Ciencia y Tecnología de la Provincia.

Por lo tanto, la elección del término Artes Plásticas -con una referencia a lo que históricamente se acepta, en su concepción más generalizada- no es caprichosa sino que responde a un orden metodológico, ya que de otro modo, si se hubiera elegido el término Artes Visuales, por ejemplo, hubiera sido inevitable la inclusión de temas como cine, fotografía, gráfica, historieta y video, entre otros temas no menos importantes en las formas creativo-visuales que el hombre desarrolla para establecer comunicaciones culturales”.