Protección hídrica: licitan obra fundamental para el control de torrentes en Godoy Cruz


Los trabajos permitirán retardar los escurrimientos de las aguas mediante el diseño y la construcción de pequeñas obras hidráulicas. Se harán terraplenes transversales a los cauces de agua para retención y control.

El área urbana del Gran Mendoza está expuesta a riesgos aluvionales por las intensas lluvias convectivas que se registran durante el período estival. Por esta razón; desde la Dirección de Hidráulica, del Ministerio de Ambiente y Energía; se planifican obras de retención, regulación y encauzamiento de cauces para proteger a la población de los efectos que provocan los torrentes aluvionales.

Esta semana, se concretó un nuevo llamado a licitación para encarar la obra de control de torrentes en la cuenca 301, ubicada en Godoy Cruz entre las cuencas Frías y Maure, en la cerrillada Mogotes.

El acto administrativo con la recepción y apertura de ofertas será el jueves 24 de julio a las 10 en la mañana en el Salón de Acuerdos del séptimo piso de la Casa de Gobierno.

Con estos trabajos, se busca retener y retardar los escurrimientos de las aguas mediante el diseño y la construcción de pequeñas obras hidráulicas. Estas consisten en terraplenes transversales a los cauces de agua para su retención y control.

Además, como elemento de seguridad adicional, se construirá un vertedero en hormigón armado para evacuar cualquier excedente sin provocar la pérdida de material del terraplén que podría degradar su estructura y así mantener el grado de riesgo hidrológico en niveles aceptables.

De esta manera, se disminuirá el efecto erosivo de las escorrentías en el
cauce, se reducirá el riesgo de los habitantes y bienes privados y públicos, por posibles crecientes aluvionales, y también se estimulará la infiltración del agua en el suelo, para mejorar el hábitat natural y preservar el medio ambiente.

Durante la obra, se afectarán los espacios mínimos para la construcción de
cada retención y a la vez se extraerán los elementos nocivos para las cuencas, como escombros, desechos plásticos y chatarra, entre otros.

En el mismo sentido, se utilizarán caminos existentes para los movimientos del equipo. No se afectará el paisaje, ya que la flora nativa que se erradicará será la estrictamente necesaria para la construcción de las obras de retención. Luego se restaurarán en las condiciones naturales mediante la reimplantación de especies vegetales arbustivas, cactáceas y gramíneas nativas

El proyecto no implica la modificación de la topografía natural del terreno, ya que la superficie ocupada por las obras de retención es mínima. Por tal motivo, y al no realizarse movimientos de suelos importantes, este impacto se considera compatible con el medio ambiente.