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Recomendaciones sobre las donaciones en caso de desastre


El Ministerio de Salud, da a conocer algunas recomendaciones a tener en cuenta cuando se produce un desastre, especialmente en lo referente a qué donar y cómo hacerlo. Las mismas están avaladas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Sergio Saracco, médico emergentólogo, a cargo del Plan Emergencias Médicas y Catástrofe, destacó que: “Si bien es de destacar el hecho solidario de ayudar en situaciones de desastre, se debe tener presente como hacerlo para poder realmente servir de ayuda. Toda ayuda no se debe hacer desde la voluntad del que dona sino a partir de las necesidades reales de los damnificados”.

“Lo primordial, en primera instancia una vez ocurrido un desastre, es consultar con los coordinadores de desastres en el sector salud de cada país, para obtener información acerca de las necesidades sanitarias. Esto permitirá tener claro que es específicamente lo que se necesita, según las características del lugar y del tipo de desastre producido. A partir de esta información gestionar las donaciones según protocolos ya establecidos”, agregó Saracco.

El Gobierno de Mendoza coordina las acciones para recibir elementos destinados a las personas afectadas por los incendios en el país vecino. Las donaciones podrán entregarse en la sede del depósito de Emergencia Social, en calle San Martín 715 de Las Heras.

Los elementos solicitados son: agua envasada, alimentos no perecederos, leche en polvo, frazadas y colchones. Desde la coordinación del operativo se solicita a la población evitar la donación de ropa y medicamentos.

Para más información comunicarse de 8 a 17 al 4493027 o al 4307645.

Recomendaciones

Siempre que sea posible, donar el dinero en efectivo o brindar crédito directamente a las autoridades nacionales de salud o a las agencias internacionales, o bien canalizarlo a través de agencias privadas bien establecidas. La mayoría de los suministros que se necesitan después de un desastre pueden adquirirse localmente o en los países vecinos.

El dinero también puede emplearse para restablecer las condiciones de atención de salud al nivel anterior al desastre, así como para reemplazar los recursos nacionales que se desviaron de los programas esenciales y fueron utilizados para la emergencia.

 Ayudar a los países durante las etapas de preparación, rehabilitación y reconstrucción. Desafortunadamente, en raras ocasiones los desastres despiertan el interés periodístico una vez que la fase de emergencia inmediata ha terminado. No obstante, después de un desastre, el país afectado agota gran parte de sus recursos financieros y materiales, por lo que, más tarde, necesitará aún más ayuda internacional para llevar a cabo las reparaciones y la reconstrucción.

 Coordinar los esfuerzos de los equipos de evaluación independientes o de las misiones de investigación con sus contrapartes del país afectado y con otras agencias.

 No fomentar el envío de:

 Ropa usada, zapatos, etc.: en la mayoría de los casos, la comunidad local proporciona más que suficiente como para satisfacer la demanda. Es más económico, conveniente y sanitario adquirir estos artículos localmente, que enviar prendas usadas. Remitir las donaciones de esta clase de asistencia a las casas de caridad o a las agencias voluntarias locales.

Alimentos caseros: lo mismo para los productos alimenticios. Un desastre probablemente no causará escasez alimenticia a nivel nacional en América  Latina y el Caribe.

 Medicamentos de todo tipo: estos artículos son, tanto desde el punto de vista médico, como del legal, inapropiados. Los productos farmacéuticos ocupan espacio necesario, desviando la atención del personal médico de otras tareas más urgentes, para clasificarlos y etiquetarlos.

 Sangre y derivados sanguíneos: no se necesita tanta sangre como la gente imagina. Usualmente, los donantes de sangre del país afectado cubren las necesidades de las víctimas. Además, este tipo de donación no es apropiada porque requiere controles de calidad y de seguridad, tales como la refrigeración o el examen selectivo para la detección del VIH.

Médicos, personal asistente o equipos: los servicios locales de salud pueden prestar la atención médica de emergencia necesaria a las víctimas del desastre, debido a que la mayoría de los países tienen una cantidad relativamente alta de médicos.

En caso de necesitarse ayuda internacional, serán los países vecinos que se encuentran en mejor posición para prestarla en las primeras 24 horas. Las excepciones son los especialistas de alto nivel que han sido solicitados específicamente por el Ministerio de Salud. A los médicos o al personal asistente extranjero que  ni saben el idioma ni conocen las condiciones locales se les debe exhortar a quedarse en sus países.

Hospitales de campo, unidades médicas modulares: hay que tener en cuenta que esta clase de equipos solo están justificados cuando satisfacen las necesidades a medio plazo; no deberían aceptarse a menos que sean parte de una donación. Las especificaciones de los equipos, tales como peso, volumen, y costos de envío e instalación deben entregarse al Ministerio de Salud para que puedan decidir si serán, o no, de utilidad.

Obtener mayor información sobre donaciones de:

Equipo médico usado: deben proporcionarse especificaciones. Si el valor del equipo lo justifica, un técnico del país donante o de una agencia internacional como la OPS/OMS o la Cruz Roja puede organizar una inspección antes de enviarlo.

 Equipo nuevo: cuando se consideran estas donaciones, hay que tener en cuenta el costo de envío por avión y la disponibilidad de repuestos. La mayoría de los fabricantes están dispuestos a esperar varios días para permitir que los países consulten con el Ministerio correspondiente.

 Tiendas de campaña: muchos países poseen una gran cantidad de tiendas de campaña de fabricación nacional. Los fondos que los donantes están dispuestos a gastar para adquirir y enviar por avión estas tiendas de campaña podrían aprovecharse mejor comprando materiales de reconstrucción  en el país donde ha ocurrido el desastre.

Vacunas: por lo general, ni se necesitan ni se aprueban por el Ministerio de Salud. Se debe controlar la presentación, las dosis, la fecha de expiración e informar al Ministerio de Salud.