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Recomiendan realizar 30 minutos diarios de actividad física para prevenir enfermedades


El Ministerio de Salud, en el Día Mundial de la Actividad Física, alerta sobre el impacto negativo de los estilos de vida sedentarios en todas las etapas de la vida y recordó que la realización periódica de actividad física, al menos 30 minutos diarios en el caso de los adultos y 60 minutos en los chicos, constituye un hábito protector de la salud.

Desde 2002, cada 6 de abril se celebra el Día Mundial de la Actividad Física. La fecha fijada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene por objetivo promover un estilo de vida activo para conseguir una buena salud y bienestar. “.

El sedentarismo es un hábito que incide en la aparición de enfermedades crónicas no transmisibles. Constituye, después del tabaco, el segundo factor de riesgo de una mala salud. En Argentina, sólo la mitad de la población adulta del país realiza actividad física de forma regular.

Enfermedades tales como obesidad, diabetes, ciertos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares, entre otras, están relacionadas a la baja o nula realización de actividad física. Los estilos de vida sedentarios constituyen una de las diez primeras causas de mortalidad, morbilidad y discapacidad. Además es el segundo factor de riesgo de una mala salud –después del tabaquismo–, dado que no hacer ejercicio duplica el peligro de sufrir enfermedad cardiovascular, diabetes tipo 2 y obesidad.

A partir del análisis comparativo de las Encuestas Nacionales de Factores de Riesgo (ENFR) realizadas por el Ministerio de Salud de la Nación en 2005, 2009 y 2013, en Argentina se observa la evolución de determinantes de la salud como el exceso de peso –que pasó del 49%, al 53,4% y al 57,9% respectivamente–, mientras que el consumo de frutas y verduras en la última medición arrojó que los argentinos comen 2 porciones al día, cuando la recomendación son 5 raciones diarias.

En cuanto al sedentarismo, de acuerdo a lo reflejado por las ENFR, en los últimos diez años este factor se mantuvo estable. La mitad de la población adulta del país realiza actividad física de forma regular.

Sumar minutos de actividad física a la rutina diaria puede conseguirse modificando algunos hábitos, por ejemplo realizando ejercicios de elongación a la mañana, caminando para ir al supermercado o pasear a la mascota. También se puede bajar del colectivo algunas cuadras antes del destino para llegar a pie, usar las escaleras en lugar del ascensor y realizar pausas en el trabajo para elongar, cambiar de posición y caminar.

Beneficios de la actividad física

Dependiendo de la duración e intensidad de las rutinas de ejercicios, la actividad física produce cambios corporales de tipo muscular, circulatorio, celular y metabólico.

A nivel cardiovascular, en el inicio del ejercicio el corazón comienza a acelerarse, mejorando el transporte y oxigenación del organismo. En personas hipertensas, ciertas rutinas de ejercicios favorecen la reducción de los valores de presión arterial, a la vez que previene enfermedades como diabetes y colabora en los tratamientos mejorando la respuesta a la insulina. Asimismo, las rutinas aeróbicas producen efectos favorables sobre el colesterol.

Durante el entrenamiento además se producen adaptaciones en el sistema respiratorio aumentando el volumen y la capacidad pulmonar que, consecuentemente produce lo que se denomina “una economía ventilatoria”, es decir la persona respira de manera más eficaz que si fuera sedentaria.

Es importante aclarar que la prescripción es individual, con un profundo conocimiento de la persona y sus capacidades para la correcta formulación de objetivos y selección de técnicas u ejercicios acordes a su estado físico general. La propuesta inicial debe modificarse paulatinamente, ir aumentando la carga e intensidad y la complejización de los ejercicios a medida que pasa el tiempo, sin interrumpir los procesos.