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Salud adhiere a la celebración del Día Mundial del Síndrome de Down


El síndrome de Down es una alteración genética caracterizada por la presencia de un cromosoma 21 de más (trisomía 21), el mismo se descubrió en 1959. El tratamiento de niños y niñas con este síndrome depende del nivel de daño que tenga cada uno y en todos los casos se requiere de atención integral para abarcar tanto los aspectos físicos, como los psicológicos, educativos y emocionales.

En diciembre de 2011, la Asamblea General de las Naciones Unidas, designó el 21 de marzo Día Mundial del Síndrome de Down, se estableció este día (21-3) debido a que el número es significativo de la triplicación del vigésimo primer cromosoma.

Esta fecha tiene como objetivo concientizar a la población sobre este síndrome y recordar la dignidad inherente y las valiosas contribuciones de las personas con discapacidad como promotores del bienestar y de la diversidad de sus comunidades. También quiere resaltar la importancia de su autonomía e independencia individual, en particular la libertad de tomar sus propias decisiones.

Síndrome de Down

El síndrome de Down es un conjunto de problemas de salud que presentan algunos recién nacidos, que se manifiestan en ciertos rasgos de la cara y el cuerpo y, ocasionalmente, otras alteraciones en el funcionamiento de su organismo. La gravedad de estos problemas es diferente en cada niño y por eso puede ser que algunos presenten menos signos externos que otros.

Los médicos reconocen fácilmente a los bebés que nacen con esta enfermedad y lo corroboran mediante un análisis de sangre. Esta prueba permite detectar también si existe la posibilidad de que los padres vuelvan a tener otro niño con la misma enfermedad.

Además los niños con este síndrome tienen más riesgo de tener:

– Defectos del corazón: algunos defectos cardíacos son de poca importancia mientras que otros requieren cirugía. Por ello es conveniente que todos los bebés con síndrome de Down sean examinados por un cardiólogo infantil. Este les indicará la realización de una ecografía especial del corazón (ecocardiograma), que debe realizarse durante los 2 primeros meses de vida del bebé para poder realizar cualquier tratamiento a tiempo.

– Problemas de visión: son frecuentes problemas como estrabismo, miopía o hipermetropía y cataratas. La vista puede mejorarse con el uso de anteojos, cirugía y otros tratamientos. Los niños deben ser examinados por un oftalmólogo infantil dentro de los primeros 6 meses de vida y realizarse exámenes periódicamente.

– Problemas de la audición: pueden deberse a la presencia de líquido en los oídos. Si estos problemas se detectan a tiempo pueden tratarse adecuadamente.

– Infecciones: estos niños tienen más riesgo de padecer resfríos, infecciones de oído, bronquitis y neumonía. Por esto es muy importante que reciban todas las vacunas obligatorias contempladas en el Calendario Nacional de Vacunación que se dan de manera gratuita en los centros de salud públicos de nuestro país.

– Defectos intestinales: si se detectan oportunamente pueden ser fácilmente corregidos con una cirugía.

– Problemas hormonales: algunos bebés pueden nacer con una disminución de la hormona de la tiroides (hipotiroidismo congénito) que puede afectar el desarrollo. Es importante detectar este déficit porque tiene tratamiento.

Algunos niños tienen varios de estos problemas mientras que otros no presentan ninguno. También la gravedad de cada uno de ellos varía considerablemente en cada niño.

Por lo general, estos niños pueden hacer la mayoría de las cosas que hace cualquier otro, como caminar, hablar, vestirse e ir solo al baño. Aunque generalmente comienzan a aprender esto algún tiempo más tarde que los niños no afectados, se ha comprobado que con una atención especial (estimulación temprana) se pueden lograr grandes avances en su desarrollo social e intelectual.