Salud conmemora hoy el Día Mundial de la Hepatitis con actividades de prevención y vacunación
El Ministerio de Salud, en el marco de esta fecha, realizará desde hoy hasta el 1 de agosto, diversas actividades de prevención y operativos de vacunación.
Las mismas consistirán en la toma de muestras para detección gratuita de hepatitis B y C y la vacunación universal y gratuita contra hepatitis B. Hoy el operativo se ubicará en centro de salud de Ugarteche, en Luján de Cuyo, de 10 a 14.
Las autoridades sanitarias buscan, mediante esta iniciativa, sensibilizar y concientizar a la población sobre estas enfermedades, promoviendo la vacunación universal y facilitando el acceso a las pruebas diagnósticas.
Este día se recuerda desde el año 2010, a partir de la resolución emitida en la 63º reunión de la Asamblea Mundial de la Salud, donde estableció oficialmente que el 28 de julio se conmemore el Día Mundial de la Hepatitis.
Los lugares en donde se desarrollarán las actividades centrales son:
29 de julio: hospital Metraux, Fray Luis Beltrán, Maipú, de 10 a 14.
30 de julio: hospital Sícoli, Lavalle, de 10 a 14.
31 de julio: centro de salud Nº 25 El Zapallar, Las Heras, de 10 a 14.
1 de agosto: centro de salud, cabecera Palmira, San Martín, de 10 a 14.
Cabe mencionar que la vacuna contra la hepatitis B se incorporó al Calendario Nacional de Vacunación de manera gratuita, sin límite de edad y que Mendoza lleva colocadas a partir de esta incorporación 33.213 dosis.
Hepatitis B
La hepatitis B es una inflamación del hígado causada por un virus. La vacuna es el método más efectivo para la prevención de esta enfermedad. Es muy importante la vacunación precoz y completar el esquema adecuado según el Calendario Nacional.
Se aplica una dosis al recién nacido dentro de las 12 horas de vida y luego como parte de la vacuna quíntuple celular o pentavalente a los 2-4- y 6 meses de vida. También se incorporó al Calendario para todos los adultos.
Las vacunas son gratuitas en todos los centros de vacunación y hospitales públicos del país.
Otras de las acciones para cortar la transmisión de esta enfermedad abarcan: el no compartir los objetos personales con otras personas (cepillos de dientes, cortauñas, agujas, etc.), medidas de bioseguridad para el personal de salud y el uso de preservativo que también previene otras infecciones de transmisión sexual.
La infección por el virus de hepatitis B constituye un importante problema de salud pública, estimándose que más de 2 mil millones de personas en el mundo están infectadas, de las cuales unas 360 millones tienen infección crónica, con el consiguiente riesgo de enfermedad grave y muerte por cirrosis hepática y/o cáncer de hígado. Estas complicaciones, sin tratamiento, causan entre 500 mil y 700 mil muertes cada año en todo el mundo.
En Argentina, esta enfermedad es la primera causa de hepatitis fulminante en los adultos. Se transmite con una eficacia del 30 por ciento al 60 por ciento a través de las vía sexual, parenteral y vertical. El 10 por ciento de los infectados puede evolucionar a hepatitis crónica y eventualmente desarrollar cirrosis y/o carcinoma hepatocelular con potencial compromiso de la vida; mientras que los neonatos hijos de madre con infección por hepatitis B tienen mayor riesgo de evolucionar a formas crónicas, cirrosis y carcinoma hepatocelular que la población adulta.
Si bien a partir de la introducción de esta vacuna al calendario en 2000 para los recién nacidos, en los niños y niñas de 11 años en 2003, la vacunación obligatoria en el personal de la salud y las recomendaciones de vacunación de los grupos en riesgo, ha disminuido la frecuencia de infecciones en los niños, siguen notificándose casos en adolescentes y adultos no vacunados o con esquemas incompletos.
Por ello y con el objetivo de fortalecer el proceso de control y eliminación de la hepatitis B en el país a fin de disminuir la incidencia, complicaciones y mortalidad asociadas a la infección producida por este virus, la cartera sanitaria dispuso la vacunación a toda la población mayor de 20 años no vacunada.
La hepatitis C
¿Qué es?
Es una afección viral que se transmite de persona a persona a través de sangre contaminada.
¿Cómo se transmite?
El virus de la hepatitis C se transmite generalmente por exposición a sangre de una persona infectada. Esto puede suceder: al recibir transfusiones de sangre, derivados sanguíneos u órganos contaminados; por el uso de agujas, jeringas y otros procedimientos que perforan la piel; de la mujer embarazada al hijo.
La hepatitis C se puede transmitir al tener relaciones sexuales con una persona infectada o compartir artículos contaminados, pero estos mecanismos son menos comunes.
La infección no se transmite por la leche materna, los alimentos ni el agua; tampoco por besos o el compartir alimentos o bebidas con una persona infectada.
¿Cuáles son sus síntomas?
Si bien generalmente la infección es asintomática, en algunos casos puede manifestarse falta de apetito, molestias abdominales, náuseas y vómitos, coloración amarillenta de la piel. La mayoría de las personas afectadas desarrollan una infección crónica de larga duración que puede conducir a cirrosis y/o cáncer hepático.
¿Cuál es el tratamiento?
La hepatitis C se puede curar y no siempre requiere tratamiento. Hay distintos tipos del virus y cada uno puede responder de manera distinta al tratamiento, por tal motivo, el profesional de la salud determinará el método más apropiado para cada paciente.
¿Cómo se previene?
No hay vacuna para prevenir la infección por el virus de la hepatitis C, por eso para prevenir la infección:
- Utilizar agujas y jeringas descartables.
- Realizarse tatuajes, piercing y acupuntura con materiales descartables.
- Usar preservativo en todas las relaciones sexuales.