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Se confirmó la emergencia hídrica y continuará hasta diciembre


El Departamento General de Irrigación (DGI) dio a conocer  la evaluación del pronóstico hídrico presentado en octubre de 2013, y el resultado indicó que las previsiones que caracterizaban a la temporada de riego como  pobre se cumplieron; por lo tanto la emergencia hídrica se extenderá hasta el final de la primavera de 2014. Luego de esta fecha, un nuevo pronóstico determinará la continuidad de la emergencia en la provincia de Mendoza. 

Con el fin de plantear un plan de distribución del riego de acuerdo a la oferta y demanda hídrica, el DGI en forma anual presenta su  pronóstico, el cual responde a un régimen termo-nival, es decir, sus escurrimientos dependen de la nieve acumulada en la cordillera y de las temperaturas que regulan su derretimiento. Este pronóstico busca satisfacer la demanda estacional de cultivos, lo que implica establecer un plan de riego para aproximadamente unas 360 mil hectáreas  y, además, debe tener en cuenta los distintos usos del agua en Mendoza.

“Para nosotros es fundamental la flexibilización en la distribución. Para ello contamos con información en tiempo real, que nos permite conocer qué disponibilidad de recurso hídrico hay, favoreciendo la eficiencia hídrica. Sin embargo, aún falta un gran trabajo intrafinca, para evitar el derroche de agua”, explicó José Luis Álvarez, superintendente General de Irrigación.

Evaluación pronostico agua 2013-2014

Como se puede apreciar, el pronóstico presentado en Octubre para la temporada de riego 2013/14 (Octubre – Abril) se cumplió, confirmando la emergencia hídrica anunciada. Lo cual dio como resultado una temporada de riego caracterizada por los bajos niveles alcanzados en los embalses durante el verano.

En cuanto a la extensión de la crisis hídrica, se puede agregar que se mantendrá hasta después de la primavera, ya que el agua acumulada bajo la forma de nieve o hielo, solo estará disponible a comienzos del verano con los primeros deshielos. En este contexto Mendoza contará con el agua disponible en los embalses, siendo de suma importancia el periodo de corta anual para acumular agua durante el invierno.

Criterios de eficiencia adoptados para la distribución del agua

La actual crisis hídrica llevó al DGI a adoptar criterios dinámicos, flexibles y de mayor colaboración entre los integrantes del sistema (DGI, regantes, inspecciones de cauce, otros usuarios), para la actual temporada de riego.

El 2014  se caracterizó por la  gran cantidad de lluvias ocurridas durante los meses de Febrero y Marzo, lo que obligó a cortar la dotación de riego en todas las cuencas. Estas cortas se prolongaron durante varias semanas, lo que permitió conservar agua no prevista en los embalses.

Carlos Sanchez, Subdirector de Distribución del DGI explicó que “aunque hayamos tenido importantes precipitaciones, la situación de emergencia hídrica se mantiene para el resto del año. Por eso, el objetivo primordial es tener flexibilidad y adecuar la disponibilidad del recurso hídrico a la realidad, atendiendo a los diferentes usos”.

Esta adecuación a las contingencias climáticas, basadas en una planificación y distribución flexible, permitió alcanzar cotas de embalses que no se tenían pronosticadas, como el caso del río Atuel y Diamante, o también producir el llenado de embalses antes de lo esperado, como fue el caso para los ríos Mendoza y Tunuyán.

Situación de los embalses

Gracias a la planificación fue posible ahorrar un promedio de 7% de agua en los embalses, mejorando las condiciones de riego para la temporada.

Estrategia para la mitigación de la emergencia hídrica

  • Por medio de un  Decreto el Gobernador de Mendoza se declaró la Emergencia Hídrica 2013/14.

  • Se realizó un monitoreo focalizado en la distribución del agua, a través de guardias especiales denominadas "Agua en la calle"; y de la puesta en marcha de brigadas encargadas de la reparación de canales.

  • Se amplió la medición de caudales en toda la red hídrica. Se sumaron nuevos puntos de medición en la red y se colocaron cámaras web en puntos críticos.

  • Se priorizó la entrega de agua a la producción, para ello se realizaron turnos alternados para riego no agrícola.

  • Se flexibilizó la distribución. Para ello se puso en marcha el Plan 10 mil compuertas; se adecuaron los cuadros de turnos; y se reforzó la dotación superficial con agua subterránea a través de las inspecciones de cauce.

  • Se establecieron planes de comunicación para informar y concientizar sobre la situación a toda la ciudadanía. Bajo el lema “Cuidá el Oasis. Recordá el desierto”, se realizaron campañas en medios masivos y se difundió en toda la provincia los niveles diarios del sistema de embalses.

  • Por efectos del cambio climático se adecuó el plan de obras 2014 en base al Plan Agua 2020. Para ello se avanzó, entre otras acciones, en la baja de costos para la construcción de canales y optimización de la red. Un ejemplo de ello fue el uso nuevas técnicas y materiales.