Se cumplieron cinco años de la inauguración de la residencia que depende la Dirección de Responsabilidad Penal Juvenil
El establecimiento recibe jóvenes que vinculados con la Justicia penal y que se encuentran en fase de confianza y sin la posibilidad de un regreso inmediato a su familia.
Durante su existencia ya han pasado por el albergue más de 100 adolescentes, que durante su estadía -que se limita a un máximo aproximado de tres meses-, concurren a la escuela, a actividades culturales o deportivas o salen a trabajar, todo basado en la confianza y seguridad de un buen desempeño y comportamiento.
El encargado de la Residencia, Alberto Contreras, se refirió al acontecimiento: “La residencia ha posibilitado a muchos adolescentes reordenar y organizar su vida cotidiana, fortalecer sus vínculos afectivos y familiares configurando una oportunidad para optar por un proyecto de vida alejada de riesgos penales que los vincularon con la Justicia. Quiero resaltar la buena disposición de los vecinos y referentes sociales cercanos a la casa, que muchas veces han colaborado y facilitado la vida en comunidad de los adolescentes que conviven aquí”.
El titular de la Dirección de Responsabilidad Penal Juvenil (DRPJ), Arturo Piracés, señaló que “desde hace cinco años que venimos sosteniendo esta Residencia Juvenil como una respuesta a la demanda de los juzgados penales juveniles que requerían un espacio diferenciado a la privación de la libertad de aquellos jóvenes que por la levedad de sus delitos requerían un tratamiento especializado como una opción a sus contextos problemáticos barriales o familiares. Esta experiencia que hemos transitado ha demostrado su efectividad y es la primera de un proyecto más amplio que el gobierno de Mendoza desarrollará progresivamente en los distintos departamentos y regiones de la provincia”.
Uno de los jóvenes albergados expresó: “Yo me equivoqué y perdí mi libertad por más de un año, hice las cosas bien y me gané la confianza del personal y de los jueces por mi buena conducta, ahora estoy aquí y puedo tener mi propio dinero porque salgo a trabajar y también me estoy capacitando en soldadura en el taller de metalúrgica que hay aquí mismo en la residencia, me ha costado mucho porque la calle tiene tentaciones muy fuertes, pero el costo de la libertad es muy alto como para perderla, quiero formar una familia y me entusiasma el futuro.”
La conmemoración reunió al personal técnico, profesional, administrativo de la DRPJ, funcionarios de la Justicia Penal del Gran Mendoza y las autoridades reconocieron el apoyo y compromiso que durante estos años han hecho posible el funcionamiento de la Residencia Juvenil.