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Tos convulsa: la clave es prevenir


El Ministerio de Salud, ante la presencia de casos en la provincia como a nivel nacional y mundial de Coqueluche, conocida también como Tos ferina o Tos convulsa, indica que la mejor medida para proteger a la población es mediante la inmunización y recomienda completar todas las vacunas del Calendario Nacional de Vacunación, en todas las etapas de la vida. Los padres pueden también proteger a sus bebés manteniéndolos alejados de personas con tos o síntomas respiratorios.

La tos convulsa es una enfermedad respiratoria aguda altamente contagiosa y una de las principales causas de morbimortalidad en la niñez, siendo los pequeños menores de seis meses los que padecen la enfermedad más grave, no sólo por su corta edad sino porque no han logrado tener las tres dosis del esquema básico contra la enfermedad.

Se recuerda a la población que la vacuna contra coqueluche se aplica a los 2, 4 y 6 meses con la pentavalente, se refuerza a los 18 meses con la cuádruple y a los seis años con la triple bacteriana.

Además, con el propósito de proteger ante la tos convulsa y disminuir la mortalidad de los lactantes menores de un año, la Comisión Nacional de Inmunizaciones (Co.Na.In) y el ProNaCEI recomiendan la vacunación con vacuna triple bacteriana acelular (dTpa) en mujeres embarazadas a partir de la vigésima semana de gestación, independientemente de su esquema de vacunación antitetánica.

Esta medida adoptada por el Ministerio de Salud de vacunar a embarazadas con dTpa (Difteria, tétano y pertussis acelular) tiene como propósito disminuir la morbi-mortalidad por coqueluche en niños menores de 6 meses, protegiendo a los lactantes desde el nacimiento hasta el momento de adquirir la inmunidad que aporta el esquema básico de tres dosis que se aplican a los 2, 4 y 6 meses de edad. Además de controlar la enfermedad y la infección por coqueluche en Argentina.

Para lo cual, Mendoza dispone de un stock suficiente para realizar la inmunización a todas las embarazadas, las mismas se realizan en el Vacunatorio Central y en todos los centros de salud de la provincia.

En el caso de no recibir la vacuna en el embarazo, la misma deberá ser aplicada en el puerperio, aunque esta estrategia es de menor efectividad para proteger a los lactantes.

Indicación y edades de vacunación

• Mujeres embarazadas que nunca recibieron dTap (vacuna triple bacteriana acelular), a partir de la vigésima semana de gestación, independientemente del estado de vacunación antitetánica previa.

• Puérperas, con niños menores de 6 meses, que nunca recibieron dTap deben recibirla, previo al egreso de la maternidad.

• Revacunación de embarazadas y puérperas: Se indica una sola dosis en la vida de dTpa (esta recomendación es dinámica y se actualizará según evidencia científica disponible). Transcurridos 10 años, se aplica una dosis de refuerzo de dT (doble adultos) y luego una dosis cada 10 años durante toda la vida.

La tos convulsa

La tos convulsa o coqueluche es una enfermedad respiratoria de muy fácil transmisión. Es importante señalar que ni la infección natural, ni la vacuna generan defensas de por vida y por este motivo es que son necesarios varios refuerzos en el esquema de vacunación.

La enfermedad es causada por un tipo de bacteria llamada Borretella pertussis que causa inflamación y daño ya que se adhiere a la cubierta de las vías respiratorias y liberan toxinas.

Se transmite de persona a persona y ocurre solamente en los seres humanos. Las personas enfermas la transmiten cuando tosen o estornudan y están en contacto estrecho con otras personas.

Los adolescentes y adultos presentan cuadros atípicos de coqueluche que, al no ser diagnosticados como tales, favorecen la portación y actúan como reservorios de la enfermedad y representan la fuente de transmisión de los lactantes pequeños, con mayor riesgo de complicaciones y mortalidad.

Una vez detectada la enfermedad, los parientes cercanos del niño son bloqueados mediante antibióticos para evitar la proliferación del coqueluche y se les solicitan las cartillas de vacunación para comprobar su inmunidad.

Síntomas

Los síntomas, por lo general, aparecen después de 7 a 10 días del contagio. En un comienzo son congestión nasal, estornudos con o sin fiebre. Después de una o dos semanas suele aparecer la tos que se caracteriza por accesos intensos, fuertes, repetidos. En algunas oportunidades, la persona afectada debe hacer un esfuerzo mayor para respirar, lo cual produce un fuerte silbido característico.

En los bebés, la tos puede ser mínima o incluso estar del todo ausente y presentar un síntoma llamado “apnea” que es una pausa que se produce durante la respiración del niño. La mayoría de los bebés menores de un año de edad que se enferman necesitan ser hospitalizados por el riesgo de que se presenten complicaciones en el cuadro.