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Una fusión de exquisitas texturas musicales abrió la primera repetición de la Fiesta Nacional de la Vendimia


En la Primera Repetición de Juglares de la Vendimia, un canto a la naturaleza, se rindió homenaje a la música de raíz, con un ensamble potente y ecléctico integrado por artistas mendocinos de distintos géneros musicales. Emocionante homenaje a Mercedes Sosa y destacada participación del Dúo Orozco-Barrientos.

La tarde del domingo, en el Frank Romero Day, comenzó con una animada previa a cargo de los locutores Patricia Amico, Heliana Mocayar y Emanuel La Terra Spadaro, que recorrieron las gradas del teatro interactuando con el público.

Los comunicadores conversaron tanto con mendocinos que presenciaban la fiesta máxima por primera vez, como con turistas provenientes de provincias como La Pampa, Tucumán, Buenos Aires, San Luis, entre otras. Además, se sumaron turistas internacionales desde Paraguay, Canadá, España y Brasil, deslumbrados por la majestuosidad de este escenario a cielo abierto y por el despliegue artístico de uno de los espectáculos más destacados del mundo, que es un género en sí mismo.

La tarde de lo que fue la Primera Repetición de la Fiesta Nacional de la Vendimia siguió con la propuesta musical de la DJ Lorena Iturralde, con un set progressive de sonidos profundos, adaptados para dar la bienvenida al público que poco a poco iba colmando las gradas.

Ensamble innovador y original

Uno de los momentos más ovacionados de la previa fue sin dudas la presentación del ensamble Música de Raíz, bajo la dirección de Nicolás Diez, Paula Neder y Leandro Lacerna y conformado por músicos y músicas tanto consagrados como jóvenes y talentosos artistas mendocinos.

La propuesta musical recorrió el cancionero cuyano, argentino y latinoamericano, con temas muy conocidos del repertorio popular, presentados con arreglos electrónicos y con la aplicación de tecnología audiovisual, mixturando los sonidos con instrumentos tradicionales y presentando al público una experiencia innovadora y original.

Integraron el ensamble músicos referentes del folclore y también provenientes de otros géneros. Además de los directores mencionados, estuvo integrado por Caterina Amézaga, Maluko, Francisca Figueroa, Aluhé Dumé, PADAWVN, Laureano Busse, Érica Golvas, Mailén Obrador Purpora, Pedro Vanin y Luis Jara. A ellos se sumó el consagradísimo Dúo Orozco- Barrientos para interpretar algunos clásicos juntos en una fusión musical de elevada calidad musical.

Nicolás Diez afirmó: “Fue un proceso precioso que comenzó con la propuesta del Ministerio de Cultura y Turismo de Mendoza. La idea fue generar un espacio musical relacionado con las músicas folclóricas. Eso mutó en hacer música de raíz. Armamos un equipo hermoso, si bien está a cargo mío, esto fue una dirección de a tres junto a Paula Neder. Ella ayudó a crear y definir el concepto, a elegir el repertorio y Leandro Lacerna puso su impronta en la producción. Él es un gran productor, fue el encargado del audio para que suene muy actual. El plan fue fusionar lo orgánico con lo digital, con un audio muy elaborado. Fue una emoción muy grande que me atravesó todo el tiempo y nos atraviesa a todos, más en la parte del final donde ya están todas las músicas armadas. Se siente cómo resuena el mensaje, uno muy poderoso que nos involucra a todos por esto de conectar con la raíz con lo que está abajo de nosotros”.

Leandro Lacerna amplió: “El ensamble de Música de Raíz se explica por sí mismo con ese nombre. Son las canciones que nos formaron, que nos conmovieron cuando éramos chicos. Como Zamba del riego o la Tonada de otoño, también hubo cueca y gato. Además, nos pone felices poder hacer un homenaje a Mercedes Sosa, no solamente por nuestra admiración a ella como cantante sino como difusora de la canción latinoamericana y del mundo. Su forma de ver la música sin prejuicio de género, porque ella cantaba folclore pero también se metía con el rock o con la música brasilera. Volvemos a esa enseñanza que ella nos dejó, tanto desde el repertorio como desde la tímbrica de la banda, con diferentes sonidos donde mezclamos instrumentos orgánicos, vientos andinos, bombos pero también con sintetizadores. También en el ensamble en las voces hay gente de diferentes estilos musicales, de distintas edades y géneros. Esa diversidad es un poco lo que nos representa y quisimos eso, traer un nuevo cancionero con este espíritu de las canciones de antes. Renovar y traer nuevas canciones, además de estas canciones clásicas que tienen que ver con nuestra infancia y con nuestro presente, porque son internas. También hay canciones de artistas mendocinas como Paula Neder, Francisca Figueroa y Sandra Amaya”.

Rescató además que se plantearon nexos con varias intervenciones de free style, rap, de lo que mostró PADAWVN y de Aluhué Dumé, los más jóvenes del equipo, con 21 años cada uno, siempre demostrando cómo se pueden unir los lenguajes musicales sin prejuicio.

Paula Neder en tanto, expresó: “Siento que en este ensamble se destacan varias aristas. La elección de quienes están arriba del escenario fue la primera elección. La segunda tuvo que ver con el repertorio. Profundizamos sobre quiénes eran las autoras y autores que estábamos convocando y trayendo. Las palabras de quiénes estábamos diciendo, las melodías de quiénes interpretando. Por ejemplo, Sandra Amaya, una referente nuestra. También una canción de Fran Figueroa, un referente actual, o de íconos como Violeta Parra y María Elena Walsh y alguna canción mía. Entonces buscamos no solo desde quienes nos parábamos en el escenario, sino desde las palabras de las que dijeron o están diciendo, que esté ese mensaje”.

El repertorio estuvo compuesto por canciones como Raíz, Canto, Zamba del riego, Gracias, Pecnectao, Mujeres del mundo, Gracias a la vida, Inconsciente colectivo, La cigarra, Tonada de otoño y Yo vengo a ofrecer mi corazón. Luego siguieron clásicos como Ojos de cielo, Juana Azurduy, Himno de mi corazón, El amor puede salvar, Los ojos del amor, Viditagua, Celador de sueños y El Marucho.

Ante un público entusiasmado que ovacionó la propuesta, las y los jóvenes músicos mendocinos del ensamble de Música de Raíz demostraron el inmenso talento de los  artistas mendocinos. Evidenciaron también que, en esa búsqueda de identidad sonora como colectivo, el resultado fue una exquisita textura musical.