Ambiente rescató otra lechuza tras un incendio intencional en árboles con nidos
Fue en Guaymallén. Es el segundo caso de este año en donde los ejemplares pierden sus plumas a causa del incendio de los forestales donde anidan.
El último fin de semana, agentes de Fauna de la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial y técnicos de la Fundación Cullunche rescataron un ejemplar de lechuza de campanario (Tyto alba).
El animal encontrado en Guaymallén tenía el cuerpo afectado por las llamas producidas en el intento de quemar las hojas secas de las palmeras donde habita. Se trata del segundo ejemplar que es rescatado en un episodio de estas características en lo que va del año.
Ante la denuncia de vecinos de la zona, personal de Fauna de la Dirección de Recursos Naturales Renovables se acercó al lugar, constató el estado general del ave para, luego, trasladarlo a la Fundación Cullunche. Allí se le realizaron cuidados médicos y se les reinjertaron plumas para disminuir el tiempo de recuperación.
Las lechuzas son fundamentales para el control de plagas y el equilibrio ecológico. Se alimentan de pequeños roedores, pájaros e insectos. Un ejemplar adulto puede cazar hasta 3 o 4 ratones por noche y un estudio con cámaras trampa ubicadas en nidos de la provincia de Mendoza registró a una pareja de esta especie alimentando a sus pichones con 16 ratones cazados en una misma noche.
Las multas por capturar o cazar esta especie van de $6.600 a $66.000 por ejemplar, dependiendo la gravedad del hecho.
La Dirección de Recursos Naturales Renovables recuerda a la población que los animales de fauna silvestre no pueden recibir el trato de las mascotas. Que aquellos que se encuentren en presencia o conviviendo con la Fauna Silvestre se interioricen del daño que sus acciones pueden causar a estos ejemplares y el riesgo al equilibrio del ecosistema que esto conlleva. Por esta razón, el comercio y tenencia están prohibidos por la normativa en materia de fauna silvestre: Ley Nacional 22421, de adhesión 4602 y 7308, reglamentada por el Decreto 1890/05.