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Mendoza celebra el Día Mundial de la lucha contra la Desertificación


La desertificación no se refiere a la expansión de los desiertos existentes. Es un proceso por el cual las tierras afectadas pierden su capacidad productiva y puede darse por causas naturales. Pero es la actividad humana que con su impacto da inicio a estos procesos que debe analizarse para reflexionar sobre un fenómeno que afecta a una parte importante del mundo y claro, también a la provincia de Mendoza. Las prácticas agrícolas inadecuadas (avance de la frontera agrícola), el sobrepastoreo, la deforestación, el manejo de los recursos hídricos, el crecimiento urbano concentrado en ecosistemas frágiles, las actividades extractivas y la competencia por el uso del suelo, entre otras, son los factores que ponen en riesgo la calidad y existencia de nuestros ecosistemas y zonas productivas.

Acciones de Mendoza para combatir la desertificación

Desde la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable en coordinación con otras áreas del Gobierno de Mendoza e instituciones científicas y académicas se han implementado planes y programas que responden a políticas que la Provincia sostiene y acrecienta en el tiempo.

El programa de Bosques Nativos destina 29 millones de pesos a productores que desarrollen en ellos actividades de conservación en compensación por los servicios ambientales que estos bosques brindan, hoy contamos con 2.040.000 has de bosques nativos. Entre los beneficios encontramos que combaten la desertificación, aumentando la humedad del suelo, ayudan en la conservación y generación de flora y fauna autóctonas.

También hacen un importante aporte a la actividad ganadera y a la conservación de la identidad cultural. Como ejemplo, los aportes realizados a la Comunidad de Lagunas del Rosario le permitirán la recuperación de los bosques nativos y la formulación de nuevas alternativas productivas que disminuyan la presión sobre los recursos forestales.

El programa de regularización dominial y desarrollo productivo fortalece y fomenta el arraigo rural e impulsa la actividad de más de mil puesteros y colonos de toda la Provincia, medida que beneficia a 1.194 productores que habitan una superficie aproximada de 667.370 has (el 4,5 % del territorio provincial) mayormente en tierras no irrigadas de 10 departamentos.

También se puede mencionar el plan provincial de forestación que beneficia a los bosques urbanos y las áreas agrícolas. La incorporación de equipamiento y entrenamiento continuo para las brigadas contra incendios forestales.

Este año se puso en funcionamiento la Agencia de Ordenamiento Territorial. El ordenamiento territorial nos permite planear y gestionar los usos más adecuados para un espacio previamente definido. Para esto se realizan estudios sobre el medio y las actividades humanas que allí se desarrollan. Su objetivo es el óptimo aprovechamiento del espacio físico sin dañar los recursos naturales que sostienen la vida de una comunidad. La desertificación debe ser abordad como una temática referida al uso del suelo.

La Secretaría de Ambiente ha finalizado los talleres socioeconómicos y está comenzando con los físico-biológicos, los datos que surjan podran ser cojetados y así se podrá establecer criterios que nos permitan elaborar una estrategia que se incorpore en el plan provincial de ordenamiento. Este instrumento permitirá ordenar y articular todas las politicas de Gobierno, de forma tal que a través de la participación de todos los sectores se puedan establecer planes que, entre otros objetivos, logren equilibrar las necesidades del oasis y el secano elevando los estándares de los cuidados ambientales y procesos productivos para lograr el desarrollo sustentable de la provincia

Oasis vs. secano

Nuestra provincia distingue dos áreas: una de montañas y piedemontes al oeste y otra de planicies hacia el este. Los ríos han formado sobre las planicies los conos aluviales que posibilitan el desarrollo de las zonas irrigadas que llamamos oasis. Estos representan el 5% de la superficie provincial y constituyen el soporte de casi el 95% de la población, con densidades máximas en las zonas urbanas de unos 300 hab./km2.

La distribución de la población de los centros urbanos y de las actividades productivas muestran un marcado proceso de concentración en estos oasis, en claro contraste con el resto del territorio, casi deshabitado y árido.

El secano tiene muy baja incidencia en la economía global de la provincia. Se caracteriza por la baja densidad poblacional, precipitaciones medias de 150 mm/anuales y redes de servicios públicos insuficientes y poco eficientes. En términos económicos predomina la ganadería extensiva y gran presión sobre los servicios ambientales del Monte (leña, madera, postes, pasturas, flora autóctona como herbáceas medicinales, aromáticas, y carbón. Las áreas deprimidas del desierto ya no reciben aportes hídricos superficiales, pues los caudales de los ríos se utilizan íntegramente para el riego de la zona cultivada y el consumo de los asentamientos urbanos.

Sobre un territorio de alta fragilidad, la competencia por el uso del agua, como factor limitante, surge como uno de los principales conflictos ambientales en la interacción oasis-secano. Es esta falta de equilibrio territorial la que constituye la base de parte de la problemática ambiental en Mendoza, manifestada en la concentración económica y demográfica.

La desertificación afecta negativamente a los recursos suelo, agua y vegetación, perturba los ciclos biogeoquímicos y aumenta la pérdida de diversidad biológica, disminuyendo la biomasa y la productividad. Es importante señalar que si se suman las áreas naturales protegidas, los sitios ramsat, los bosques nativos y los ríos y espejos de agua, mas del 30 % de la superficie de la provincia esta bajo normas legales de conservación.

No obstante una de las consecuencias más significativas asociadas a la desertificación es el incremento de las condiciones de pobreza y marginación social, que conllevan a la migración rural y suburbana.

Bibliografía consultada: Elena María Abraham*. 2002. “Lucha contra la desertificación en las tierras secas de argentina; el caso de Mendoza”. 
Alicia Fernández Cirelli y Elena Abraham. 2004.“El agua en Iberoamérica: de la escasez a la desertificación.” CYTED XVII, Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el desarrollo. Aprovechamiento y gestión de recursos hídricos. Ed., Publ. CYTED XVII y CETA, 27-44. *IADIZA, Mendoza.