Octava campaña de castración y vacunación de animales de compañía en Ñacuñán para proteger la fauna silvestre
Esta edición fue impulsada Biodiversidad y Ecoparque del Ministerio de Energía y Ambiente, en un trabajo articulado con el delMunicipio de Santa Rosa, el Iadiza-Conicet, el Grupo Felinos de Tierras Secas y profesionales de la Universidad Juan Agustín Maza. El objetivo es fomentar la tenencia responsable y proteger la biodiversidad en la Reserva de Biosfera Ñacuñán.
Con el objetivo de promover la tenencia responsable de animales de compañía y proteger la biodiversidad del desierto mendocino, se llevó a cabo una nueva campaña de castración, vacunación y desparasitación en la Reserva de Biosfera Ñacuñán, ubicada en el departamento de Santa Rosa.
Esta fue la octava edición de la iniciativa sanitaria que impulsa la Subsecretaría de Ambiente, a través del Departamento de Fauna Silvestre y la Dirección de Áreas Protegidas del Ministerio de Energía y Ambiente, junto al Municipio de Santa Rosa, investigadores del Iadiza-Conicet, el Grupo Felinos de Tierras Secas y profesionales de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Juan Agustín Maza.
La campaña responde a una problemática creciente en la zona: el abandono de perros y gatos, particularmente a la vera de la Ruta Provincial 153, que atraviesa el área protegida. Muchos de estos animales, al quedar sin control, se convierten en cimarrones y representan una amenaza para la fauna silvestre nativa, tanto por predación directa como por la posibilidad de transmitir enfermedades infecciosas.
“Hasta el momento, se han realizado 75 castraciones en perros y 47 en gatos. Además, durante cada operativo se aplican vacunas antirrábicas y polivalentes —quíntuple canina y triple felina—, se realizan tratamientos de desparasitación interna y externa, y se estudian enfermedades que puedan afectar la salud animal y ambiental”, aseguró Ignacio Haudet, director de Biodiversidad y Ecoparque.
“Esta acción incluyó también actividades educativas dirigidas a la comunidad, como charlas y talleres sobre tenencia responsable y prevención de zoonosis. Estas acciones son importantes para generar conciencia en una población que convive directamente con un ecosistema frágil y de alto valor ecológico”, explicó el jefe de Fauna, Adrián Gorrindo.
“Dada la dispersión territorial y la presencia de animales sin dueño, el operativo exige una logística compleja que abarca el traslado de un quirófano móvil, la captura controlada de animales y recorridos a puestos rurales y viviendas aisladas”, agregó.
Esta articulación interinstitucional permite no solo mejorar la salud de los animales domésticos, sino también preservar los equilibrios ecológicos de la Reserva de Biosfera Ñacuñán, una de las áreas protegidas más importantes del desierto de Mendoza.